El regalo especial de José
En un tranquilo pueblo llamado Villa Esperanza vivía José, un niño de ocho años con una personalidad encantadora. Era conocido por su amabilidad, cariño y la forma en que expresaba sus sentimientos hacia los demás.
Pero sobre todo, José tenía un amor especial por su mamá, a quien siempre buscaba sorprender en cada ocasión especial.
Cada año, cuando llegaba el 10 de mayo, Día de la Madre en Argentina, José se esforzaba al máximo para encontrar el regalo perfecto que emocionara a su mamá. Había intentado con cartas llenas de emotivas palabras y canciones dedicadas especialmente para ella, pero esta vez quería algo más especial y único.
Una tarde soleada mientras caminaba por el bosque cercano a su casa en busca de inspiración, José encontró una hermosa mariposa revoloteando entre las flores.
Fascinado por su belleza y gracia, decidió seguirla mientras recitaba en voz alta un poema improvisado:"- Mariposa colorida, en tu vuelo tan ligero, me inspiras alegríay un amor verdadero. Con tus alas brillantesy tu danza sin igual, me enseñas que los instantesde felicidad son especial. A mi madre queridate llevaré como regalo, pues eres la luz de mi vida, mi tesoro más valioso.
"La mariposa pareció detenerse un instante frente a él antes de emprender nuevamente el vuelo. José sonrió emocionado sintiendo que aquella simple criatura había sido su musa inspiradora.
Decidido a convertir aquel poema en un regalo inolvidable para su mamá, José corrió de regreso a casa y tomó una hoja de papel decorada con dibujos coloridos. Con cuidado escribió el poema con letras bonitas y añadió algunos detalles especiales como corazones dibujados alrededor.
El día del 10 de mayo llegó finalmente y José esperaba ansioso ver la reacción de su mamá al recibir su regalo hecho con tanto amor. Cuando le entregó la hoja con el poema escrito, su mamá no pudo contener las lágrimas al leer cada verso lleno de sentimiento.
"- ¡Oh mi querido José! ," exclamó emocionada mientras lo abrazaba con fuerza. "Este es el regalo más hermoso que he recibido nunca. Gracias por ser tan dulce y hacerme sentir tan amada.
"José sonrió feliz sabiendo que había logrado tocar el corazón de su mamá con sus palabras sinceras. Aquel día comprendió que no se necesitaban grandes gestos ni regalos costosos para expresar amor; bastaba con abrir el corazón y dejar fluir los sentimientos genuinos.
Desde entonces, cada 10 de mayo, José continuó sorprendiendo a su mamá con poemas escritos desde lo más profundo de su alma, recordándole siempre cuánto significaba para él.
Y así demostró que las palabras tienen un poder único capaz de llegar directamente al corazón y crear momentos inolvidables llenos de amor verdadero.
FIN.