El regalo inesperado



Había una vez una niña llamada Elena, quien estaba muy emocionada porque pronto cumpliría 3 años.

Elena tenía un hermanito bebé llamado Pedro, a quien quería mucho, pero a veces se enojaba con él cuando él lloraba y no la dejaba jugar tranquila. Elena sabía que su cumpleaños estaba cerca y deseaba festejarlo con toda su familia. Quería jugar mucho con todos, recibir regalos y estar muy feliz.

Así que decidió hacer todo lo posible para asegurarse de tener el mejor cumpleaños de todos. Un día antes del cumpleaños de Elena, su mamá le dijo que iban a organizar una fiesta sorpresa en casa. Elena se puso tan contenta que comenzó a saltar de alegría.

Estaba ansiosa por ver a sus abuelos, tíos y primos. La mañana del cumpleaños de Elena llegó y ella despertó llena de energía. Corrió hacia el cuarto de Pedro para darle los buenos días como siempre lo hacía.

Sin embargo, esta vez fue diferente: Pedro también estaba celebrando el cumpleaños de su hermana mayor. Elena se sorprendió al ver globos coloridos colgados en la habitación de Pedro y una pequeña torta sobre la mesa.

Su mamá explicó que era un regalo especial para ella por parte del bebé Pedro. "¡Feliz cumpleaños, Elena!" -dijo mamá mientras sostenía a Pedro en brazos-. "Pedro quería darte un regalo especial porque te quiere mucho".

Elena quedó asombrada ante el gesto tierno de su hermanito bebé. Se dio cuenta de que, aunque a veces se enojaba con él, Pedro también la amaba mucho. Esto la hizo sentir muy especial y querida.

La tarde llegó y los invitados comenzaron a llegar a la casa de Elena. Había risas, abrazos y muchos juegos divertidos. Elena estaba feliz porque podía jugar con todos sus primos y compartir su alegría de cumplir 3 años.

Durante la fiesta, Elena recordó el regalo sorpresa que Pedro le había dado por la mañana. Quería hacer algo especial para él también. Entonces, decidió organizar una pequeña obra de teatro junto a sus primos.

Todos los niños se pusieron disfraces y representaron una historia llena de aventuras donde Elena era una princesa valiente y Pedro era su fiel compañero. Al final de la obra, Elena le entregó un pequeño certificado a Pedro como "El mejor hermanito del mundo".

Pedro sonrió emocionado mientras todos aplaudían. Elena se sintió muy orgullosa de su hermanito bebé y prometió cuidarlo siempre. A medida que pasaban los años, Elena y Pedro continuaron siendo grandes amigos. Aprendieron a respetarse mutuamente y compartieron momentos maravillosos juntos.

Y así fue como el cumpleaños número 3 de Elena se convirtió en un día lleno de amor familiar, diversión e importantes lecciones sobre el valor incondicional del amor fraternal.

Desde ese día en adelante, cada cumpleaños era aún más especial para Elena porque sabía que contaba con el cariño inmenso de su familia y especialmente del hermanito que tanto adoraba: Pedro.

FIN.

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