El regalo inesperado



María estaba triste, el día del niño se acercaba y ella pensaba que no recibiría ningún regalo. Sentada en el jardín, miraba con tristeza a los niños que jugaban y se divertían. -¿Qué te pasa, María? -preguntó su papá acercándose.

-Nada, papá. Es solo que creo que no voy a tener regalo en el día del niño -respondió María con voz apagada. Su papá la miró con una sonrisa misteriosa y le dijo: -No te preocupes, María.

Tengo una sorpresa para ti, pero es un secreto. María se sorprendió al escuchar estas palabras y su ánimo empezó a cambiar. Durante los días siguientes, su papá la llevó a pasear, jugaron juntos y compartieron momentos especiales.

María comenzó a olvidar su tristeza y a disfrutar de la compañía de su papá. Finalmente, llegó el tan esperado día del niño. María se levantó con una sensación de emoción y curiosidad.

Al llegar a la mesa del desayuno, encontró una caja envuelta con un lazo rojo y una tarjeta que decía: 'Para mi querida María, con amor'. Con manos temblorosas, María abrió la caja y descubrió un precioso libro ilustrado. Sus ojos se iluminaron de alegría y emoción.

-¡Papá, es maravilloso! ¡Muchas gracias! -exclamó María emocionada. Su papá le explicó que el regalo no era solo el libro, sino todos los momentos compartidos juntos, la diversión, el amor y la complicidad.

María entendió que el regalo más grande no siempre viene en una caja, sino que está en los momentos especiales que compartimos con quienes más queremos.

Desde ese día, María supo valorar cada momento junto a su papá y aprendió que el mejor regalo es el amor y la compañía de quienes nos rodean.

FIN.

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