El regalo más grande



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, un niño llamado Cuanto. Vivía con su abuela en una humilde casita junto al río. A pesar de no tener mucho dinero, siempre se las arreglaban para ser felices.

Se acercaba la Navidad y Cuanto estaba muy emocionado. Soñaba con recibir regalos como los demás niños del pueblo. Sin embargo, sabía que eso era casi imposible debido a su situación económica.

Un día, mientras caminaba por el mercado, vio a un grupo de niños jugando y riendo mientras compraban decoraciones navideñas. Cuanto se acercó tímidamente y les preguntó si podía jugar con ellos. "¡Claro que sí!"- respondieron los niños entusiasmados.

Cuanto pasó la tarde divirtiéndose con sus nuevos amigos. Juntos hicieron guirnaldas de papel colorido y adornaron el árbol más hermoso que habían visto jamás.

Al caer la noche, cuando todos se despidieron, uno de los niños le dijo a Cuanto:"Mañana es Nochebuena ¿Vendrás a la fiesta en la plaza del pueblo?"Cuanto asintió emocionado y prometió estar allí.

Esa noche, antes de dormir, Cuanto miró por la ventana hacia el cielo estrellado y pidió en silencio: "Querido Papá Noel, sé que soy pobre pero me encantaría tener aunque sea un pequeño regalo esta Navidad". Cuando llegó Nochebuena, el pueblo entero se reunió en la plaza para celebrar. Había luces brillantes por todas partes, música alegre y la gente estaba llena de alegría.

Cuanto llegó con su abuela y se unió a la multitud. Pero mientras observaba a los demás niños abrir sus regalos, una sensación de tristeza comenzó a invadir su corazón.

"¡Miren! ¡Es Papá Noel!"- gritó alguien en la plaza. Todos voltearon hacia donde señalaban y vieron a un hombre vestido como el famoso personaje navideño. Llevaba una gran bolsa llena de regalos y se acercó al árbol de Navidad.

Pero en lugar de repartir los regalos entre los niños, Papá Noel comenzó a hablar:"Queridos amigos, este año decidí hacer algo diferente. En lugar de entregarles regalos materiales, quiero darles algo mucho más valioso: amor.

"La multitud quedó en silencio mientras Papá Noel continuaba:"El verdadero espíritu navideño no está en lo que recibimos sino en cómo compartimos nuestro amor y generosidad con los demás. Hoy les propongo un desafío: cada uno de ustedes deberá elegir una persona del pueblo y hacerle sentir especial esta Navidad".

Cuanto escuchaba atentamente las palabras del disfrazado Papá Noel. De pronto, sintió una fuerte mano posarse sobre su hombro. "Cuanto, tú serás mi ayudante esta noche" -dijo el hombre sonriendo detrás de su barba blanca.

Juntos recorrieron el pueblo llevando alegría y compañía a aquellos que más lo necesitaban. Visitaron casas donde vivían ancianitos solitarios, compartieron una cena con una familia que no tenía mucho para ofrecer y le dieron abrazos a los niños que no tenían regalos.

Cuanto se dio cuenta de que el verdadero regalo de la Navidad era poder hacer felices a los demás. Y aunque él no recibió ningún juguete aquel año, su corazón estaba lleno de gratitud y amor.

Desde entonces, Cuanto entendió que la verdadera magia de la Navidad radica en cómo podemos ayudar y alegrar la vida de las personas que nos rodean. Y cada año, junto a Papá Noel, sigue repartiendo sonrisas y esperanza en su querido pueblo.

Y así, queridos niños, aprendemos que el mejor regalo es el amor y la generosidad hacia los demás.

FIN.

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