El regreso a casa



En un lejano bosque lleno de flores rosas vivía una familia muy especial. La mamá perro se llamaba Luna, y su pequeño cachorro se llamaba Sol.

Luna era muy cariñosa y siempre cuidaba de su bebé con mucho amor y dedicación. Un día, mientras paseaban por el bosque, Sol vio a lo lejos unas hermosas mariposas revoloteando alrededor de las flores rosas. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia ellas dejando atrás a su mamá.

Luna, preocupada, comenzó a buscar a su travieso cachorro entre los árboles y las flores. "¡Sol! ¡Sol! ¿Dónde estás?", ladraba Luna angustiada. El pequeño Sol siguió persiguiendo a las mariposas hasta que se dio cuenta de que se había perdido.

Comenzó a llorar desconsoladamente, sin saber qué hacer ni cómo encontrar el camino de regreso a casa. De repente, apareció un hada madrina en forma de mariposa. Tenía alas brillantes y una sonrisa cálida en su rostro.

"Tranquilo, pequeño Sol. Yo te ayudaré a encontrar el camino de regreso a tu mamá", dijo el hada con voz dulce. Guiado por el hada mariposa, Sol emprendió el camino de regreso al hogar junto a su mamá Luna.

En el camino, aprendió la importancia de no alejarse demasiado sin avisar y de prestar atención a las indicaciones de sus mayores. Finalmente, llegaron sanos y salvos al refugio acogedor donde vivían juntos.

Luna abrazó con fuerza a su cachorro mientras lágrimas de felicidad recorrían sus mejillas peludas. "Gracias por traerlo sano y salvo", dijo Luna al hada mariposa con gratitud en sus ojos. El hada sonrió antes de desaparecer entre los rayos del sol poniente.

Desde ese día, Sol nunca más se separó imprudentemente de su mamá y aprendió que la prudencia es tan importante como la valentía en sus aventuras diarias en el bosque encantado lleno de flores rosas.

FIN.

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