El regreso de Canela



Había una vez una pequeña cachorra llamada Canela, que vivía feliz junto a su dueño en un tranquilo pueblo. Un día, mientras jugaba en el parque, Canela vio algo brillante y decidió seguirlo.

Sin darse cuenta, Canela se adentró cada vez más en la ciudad. Las luces brillantes y los ruidos fuertes la asustaban, pero no sabía cómo regresar a casa. Estaba perdida.

Canela caminó sin rumbo durante horas hasta que encontró a un amable perro callejero llamado Rocky. Rocky notó que Canela estaba confundida y le preguntó:- ¡Hola! ¿Estás perdida? Canela asintió con tristeza y le contó lo que le había sucedido. - No te preocupes, pequeña.

Yo te ayudaré a encontrar tu camino de regreso a casa -dijo Rocky con dulzura-. Pero primero debemos buscar pistas sobre dónde vives. Los dos perros comenzaron a buscar por toda la ciudad cualquier señal o indicio de dónde podría estar el hogar de Canela.

Pasaron por calles transitadas, parques abarrotados y tiendas ruidosas, pero nada les parecía familiar. Desanimada, Canela pensaba que nunca volvería a ver a su dueño cuando escucharon un familiar ladrido desde una calle cercana.

Los dos perros corrieron hacia allí emocionados y encontraron al dueño de Canela desesperado buscándola. - ¡Canela! ¡Mi querida cachorra! Pensé que nunca más te volvería a ver -exclamó el dueño mientras abrazaba cariñosamente a su peluda amiga.

Canela estaba feliz de haber encontrado a su dueño, pero también se sentía agradecida por la ayuda de Rocky. Ella sabía que sin él, no habría podido volver a casa. - Gracias, Rocky. No sé qué hubiera hecho sin ti -dijo Canela con gratitud.

- De nada, pequeña. Estoy contento de haber podido ayudarte -respondió Rocky con una sonrisa-. Ahora asegúrate de no perderte nuevamente y mantente cerca de tu dueño. Canela asintió y prometió ser más cuidadosa en el futuro.

A partir de ese día, ella nunca más se alejó demasiado de su hogar y siempre recordó la importancia de estar atenta y segura en la ciudad.

La historia de Canela y Rocky fue conocida en todo el pueblo como un ejemplo inspirador para los niños y niñas sobre la importancia del cuidado personal y la responsabilidad. Y aunque Canela había pasado por momentos difíciles, aprendió que siempre hay alguien dispuesto a ayudar si lo necesitamos.

FIN.

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