El regreso de la sección B



Era el año 2025, y los alumnos de 6to primaria sección B estaban muy emocionados por su regreso a clases después de un año de incertidumbre. En la puerta de la escuela, un sol radiante iluminaba sus rostros expectantes. El timbre sonó y todos se acomodaron en sus asientos, listos para escuchar a su nuevo profesor, el señor Moisés Guzmán.

Moisés era un maestro joven, con una gran energía y una sonrisa contagiosa. Al comenzar la clase, les dijo a sus estudiantes:

"¡Hola, chicos! Estoy muy feliz de tenerlos aquí. Este año lo vamos a disfrutar y aprender mucho juntos. Pero antes, quiero saber un poco sobre cada uno de ustedes. ¿Quién se anima a presentarse?"

Una mano se levantó:

"¡Yo, yo! Soy Sofía, y me encanta dibujar y jugar al fútbol."

"¡Encantado, Sofía!" respondió Moisés, "Estoy seguro de que nos inspirarás con tus dibujos. ¿Alguien más quiere compartir?"

Cris, otro alumno, levantó la mano con timidez:

"Soy Cris, y me gusta mucho leer libros de aventuras."

"¡Perfecto! Así podremos crear nuestras propias historias", dijo el profesor.

Así, uno a uno, los estudiantes se fueron presentando, y Moisés escuchaba atentamente mientras hacía una nota sobre cada uno de ellos. La clase transcurrió alegremente, pero el profesor quería hacer algo especial para fomentar la creatividad de sus alumnos.

Al finalizar la primera clase, Moisés propuso un proyecto grupal:

"¿Qué les parece si hacemos un libro con sus propias historias y dibujos? Cada uno puede aportar de su talento y vamos publicarlo como un regalo para la escuela."

Los estudiantes se miraron entre ellos emocionados.

"¡Sí! ¡Quiero hacer eso!" exclamó Milagros.

"Contemos historias de aventuras en nuestra escuela", sugirió Tomás, quien siempre había soñado con ser escritor.

Y así comenzó un año lleno de aprendizajes, risas y trabajo en equipo. A medida que pasaban los meses, los alumnos escribían sus relatos y creaban maravillosos dibujos para acompañar cada historia. Moisés guiaba a sus estudiantes, fomentando la creatividad y el trabajo colaborativo.

Sin embargo, llegó un día en que la sección B se enfrentó a una gran prueba. Alguien había sufrido una fuerte caída en el patio de la escuela, lo que generó una preocupación en todos.

"¿Qué haremos si alguien no puede participar en nuestro libro?", preguntó Sofía angustiada.

Moisés, siempre con calma, les dijo:

"No se preocupen, chicos. Podemos crear una historia sobre la importancia de ayudar a los demás. Y además, podemos dedicarle una página especial a nuestro compañero caído. Él también forma parte de nuestra historia."

Los alumnos se unieron para hacer una carta de aliento para su compañero y le dejaron un espacio en el libro que estaban creando.

Cuando finalmente presentaron su libro a la escuela, estaban todos muy emocionados. Se hicieron un pase en el salón principal y compartieron sus historias con otros grados. Todos aplaudieron y admiraron el esfuerzo de la sección B.

El libro fue un éxito, y la directora decidió que cada año, el proyecto se repetiría, para que nuevas generaciones también pudieran vivir la experiencia.

Al finalizar el ciclo escolar, durante un acto de cierre del año, el director subió al escenario.

"Hoy queremos homenajear a la sección B, quienes, con su creatividad y solidaridad, nos han enseñado el verdadero significado de la amistad y la colaboración. ¡Vamos a darles un fuerte aplauso!"

Mientras los aplausos retumbaban en todo el salón, Moisés miraba orgulloso a sus alumnos, quienes brillaban como nunca antes.

"Ustedes son los verdaderos héroes de esta historia", les dijo emocionado.

El año terminó, pero la memoria de sus aventuras juntos y el libro que habían creado, siempre los uniría. Todos se despidieron prometiendo que el próximo año, aunque fueran a otro nivel, se seguirían apoyando y recordando su increíble año en la sección B.

Y así, la magia de la enseñanza y la amistad seguía adelante, dejando huellas imborrables en el corazón de cada uno de ellos.

FIN.

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