El regreso de Teddy



Lupe era una niña muy especial. Desde que tenía un año, llevaba a su oso Teddy a todas partes. Teddy era su mejor amigo y compañero de aventuras. Juntos jugaban, reían y exploraban el mundo.

Un día, Lupe y su mamá fueron de paseo en auto. Lupe estaba tan emocionada que se olvidó de llevar a Teddy con ella. Cuando llegaron a casa, Lupe buscó por todos lados pero no encontraba a su querido oso.

Lupe se sentía triste y preocupada. No podía dormir sin Teddy abrazado a ella. Lloraba y suspiraba pensando en dónde podría estar su amado osito.

Justo en ese momento, apareció Pompón, otro muñeco de peluche que también vivía en la habitación de Lupe. Pompón tenía una sonrisa traviesa en su cara redonda y le dijo:- ¡No te preocupes, Lupe! Sé dónde está Teddy.

Lupe levantó la cabeza sorprendida:- ¿De verdad sabes dónde está? ¡Dime rápido! Pompón guiñó un ojo y le contó una historia increíble sobre cómo los juguetes cobran vida cuando los niños no están cerca.

- Resulta que Teddy se quedó dormido en el asiento del auto porque estaba muy cansado después de nuestro último juego juntos - explicó Pompón -. Pero no te preocupes, mientras tú estabas buscándolo aquí, yo fui al rescate.

Lupe abrió mucho los ojos:- ¿Fuiste al rescate? ¿Cómo lo hiciste? Pompón sonrió aún más ampliamente:- Usé mi magia secreta para transportarme al auto y traer a Teddy de vuelta. Ahora está esperándote en tu cama, listo para abrazarte. Lupe saltó de alegría y corrió hacia su habitación.

Y allí estaba Teddy, acurrucado en su cama, esperándola con los brazos abiertos. - ¡Teddy! - exclamó Lupe emocionada -. ¡Te extrañé tanto! Abrazó fuertemente a Teddy mientras Pompón observaba desde un rincón con una sonrisa satisfecha en su cara.

Desde ese día, Lupe aprendió una valiosa lección: aunque las cosas puedan parecer perdidas o fuera de lugar, siempre hay alguien que está dispuesto a ayudarnos. Ya sea un amigo o un muñeco mágico como Pompón, nunca estamos solos en nuestras dificultades.

Lupe siguió llevando a Teddy a todas partes y Pompón se convirtió en su compañero inseparable. Juntos vivieron muchas aventuras y aprendieron que la amistad y la magia pueden hacer posible lo imposible.

Y así, Lupe durmió tranquila cada noche sabiendo que siempre tendría cerca a sus dos mejores amigos: Teddy y Pompón.

FIN.

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