El regreso de Toby


Había una vez un lindo perrito llamado Toby que vivía en una pequeña casa junto a su dueño, Mateo. Toby era muy juguetón y siempre estaba lleno de energía.

Un día, mientras jugaban en el jardín trasero, Toby vio algo interesante y decidió seguirlo. Sin darse cuenta, se adentró en el bosque. Toby caminaba felizmente entre los árboles cuando de repente escuchó un ruido extraño.

Asustado, comenzó a correr sin rumbo fijo hasta que se dio cuenta de que estaba completamente perdido. El sol se ocultaba detrás de las montañas y la noche comenzaba a caer. "Oh no, ¿cómo voy a encontrar mi camino de regreso a casa?", pensó Toby preocupado.

Mientras tanto, en su casa, Mateo notó la ausencia de Toby y comenzó a buscarlo por todos lados. Cuando no lo encontró por ningún lado, entró en pánico.

Sabía que su amiguito estaba perdido y tenía miedo de que algo malo le hubiera pasado. Mateo decidió ir al bosque con la esperanza de encontrar a Toby antes de que fuera demasiado tarde. Llevaba consigo una linterna para iluminar el oscuro camino.

Cuando llegó al bosque, Mateo llamaba desesperadamente a Toby mientras lo buscaba entre los árboles. Pasaron horas y aún no había señales del perrito perdido. Estaba tan agotado física y emocionalmente que ya casi había perdido toda esperanza.

De repente, oyó un pequeño ladrido proveniente del otro lado del arroyo cercano. Mateo corrió hacia allí y vio a Toby al otro lado, tratando de cruzar. Se dio cuenta de que había una vieja tabla tirada cerca y decidió usarla como puente improvisado.

Con mucho cuidado, Mateo logró colocar la tabla sobre el arroyo para que Toby pudiera cruzar sin peligro. El perrito saltó emocionado hacia los brazos de su dueño. "¡Toby! ¡Estás a salvo!", exclamó Mateo mientras lo abrazaba con amor.

Ambos regresaron a casa felices y agradecidos por haberse encontrado nuevamente. Esa noche, Mateo prometió nunca más dejar solo a Toby y asegurarse de que estuviera siempre seguro en su hogar.

A partir de ese día, Toby aprendió una valiosa lección: no aventurarse demasiado lejos sin su dueño. También se dio cuenta del amor incondicional que tenía por él y lo importante que era quedarse cerca para protegerlo.

Y así, Toby vivió felizmente junto a Mateo, disfrutando cada momento juntos y recordando siempre la importancia del cuidado mutuo.

Dirección del Cuentito copiada!