El regreso del amor perdido



Había una vez un hombre llamado Roberto, quien a sus 53 años se encontraba muy triste y desesperado.

Estaba separado de su hija Sofía, una hermosa adolescente de 16 años, y anhelaba con todo su corazón recuperar el amor y la cercanía que solían tener. Una noche, mientras miraba al cielo lleno de estrellas desde su ventana, Roberto decidió pedirle ayuda a Dios.

Con lágrimas en los ojos, cerró los ojos y dijo: "Dios, necesito tu guía para poder recuperar el amor de mi hija. ¿Qué puedo hacer?"De repente, una luz dorada iluminó la habitación y apareció un pequeño duende llamado Benito.

Con una sonrisa amigable en su rostro arrugado, Benito le dijo: "¡Hola Roberto! Soy el ayudante especial enviado por Dios para darte consejos sobre cómo recuperar el amor de tu hija". Roberto estaba asombrado pero emocionado al mismo tiempo.

Siguiendo las instrucciones del duende Benito, comenzaron a planear diferentes actividades que podrían unir nuevamente a padre e hija. El primer consejo que recibió fue organizar una salida sorpresa al parque de diversiones favorito de Sofía.

Así que al día siguiente temprano por la mañana, Roberto preparó un delicioso picnic con todos los alimentos favoritos de su hija. Cuando llegaron al parque de diversiones, las risas y el entusiasmo llenaron el aire mientras disfrutaban juntos montañas rusas emocionantes y juegos divertidos.

Sofía se dio cuenta del esfuerzo que había puesto su padre en planear esa sorpresa y comenzó a sentir un cariño especial hacia él. El siguiente consejo que recibió Roberto fue escribir una carta sincera a Sofía, expresando todos sus sentimientos y lo mucho que la extrañaba.

Le contó sobre los momentos especiales que habían compartido juntos y lo importante que era para él tenerla cerca nuevamente. Cuando Sofía leyó la carta, las lágrimas llenaron sus ojos.

Comprendió cuánto amaba su padre y se dio cuenta de que también había estado sintiendo su ausencia. Decidió darle una oportunidad y estar abierta a reconstruir su relación. El último consejo que recibió Roberto fue ser paciente y comprensivo con Sofía.

Entendió que llevaría tiempo restaurar completamente el amor perdido entre ellos, pero estaba dispuesto a hacer todo lo posible para lograrlo. Poco a poco, Roberto y Sofía comenzaron a pasar más tiempo juntos. Salieron de paseo, cocinaron juntos e incluso empezaron un proyecto de construcción en casa.

A medida que compartían momentos especiales, el amor entre padre e hija se fortalecía cada día más. Con el paso del tiempo, Roberto notó cómo la sonrisa de Sofía volvía a iluminar su rostro como antes.

Habían superado los obstáculos del pasado y encontraban alegría en cada momento compartido.

Aquella noche estrellada en la ventana, mientras Roberto observaba con gratitud el camino recorrido junto a su hija, le dijo en voz baja al cielo: "Gracias Dios por enviarme al duende Benito y darme los consejos necesarios para recuperar el amor de mi hija. Ahora somos más cercanos que nunca". Y así, Roberto y Sofía continuaron construyendo una relación llena de amor, comprensión y cariño.

Aprendieron que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo cuando existe la voluntad de trabajar juntos. Y colorín colorado, esta historia de amor entre padre e hija ha sido recuperada.

FIN.

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