El Regreso del Perrito



En una hermosa granja cercana a un pequeño pueblo, había un perrito llamado Rocco. Era un perrito alegre y juguetón, siempre explorando los rincones de la granja. Un día, mientras paseaba, se acercó al establo y vio a un majestuoso caballo llamado Estrella.

"¡Hola! Soy Rocco, el nuevo perrito de la granja. ¿Puedo jugar contigo?" - preguntó Rocco, moviendo su cola con entusiasmo.

"¡Hola, Rocco! Yo soy Estrella. Claro que sí, ¡me encantaría jugar!" - respondió el caballo, con una sonrisa amistosa.

Desde ese día, Rocco y Estrella se hicieron inseparables. Cada mañana, Rocco corría al establo para jugar a las escondidas y dar vueltas por el campo con su gran amigo. Se reían, saltaban y compartían historias del día, convirtiendo cada momento en una gran aventura.

Un día, mientras jugaban a lo largo del campo, un coche blanco con una familia se detuvo frente a la granja. Los niños del coche salieron corriendo al granero y rápidamente se fijaron en Rocco.

"¡Mirá ese perrito tan adorable! ¡Quiero adoptarlo!" - gritó una niña con entusiasmo.

Rocco, emocionado por la atención, se dejó acariciar y jugar. En un abrir y cerrar de ojos, la familia decidió llevarlo a casa.

"¡Hasta luego, Estrella! ¡Te voy a extrañar!" - le ladró Rocco, mientras lo llevaban lejos.

Estrella se quedó muy triste, con el corazón apachurrado. Sin su amigo, cada día parecía más aburrido y solitario. El caballo pasaba horas mirando la ventana del establo, esperando que Rocco volviera, pero el tiempo pasaba y el perrito no regresaba.

El dueño de la granja, un amable hombre llamado Don Carlos, notó la tristeza de Estrella. Sabía lo mucho que significaba Rocco para su caballo, así que decidió hacer algo al respecto.

"No te preocupes, Estrella. Haré que Rocco regrese. Tu amistad es muy valiosa" - le dijo Don Carlos, acariciando el cuello del caballo.

Don Carlos se subió a su camioneta y condujo hacia la casa donde vivía Rocco. Cuando llegó, preguntó a la familia si podía ver a Rocco por un momento.

"¿Le gustaría a Rocco conocer a su amigo especial una vez más?" - preguntó Don Carlos con una sonrisa.

La familia, viendo la bondad en los ojos de Don Carlos, accedió de inmediato. Rocco, al escuchar el nombre Estrella, empezó a saltar de alegría. Cuando se dieron cuenta, ya estaba en el camino de vuelta a la granja.

Al llegar, Estrella se iluminó al ver a su amigo. Rocco corrió hacia él con ganas.

"¡Estrella! ¡Volví!" - ladró Rocco entre saltos.

"¡Rocco, te extrañé tanto!" - relinchó Estrella, llenándose de felicidad.

Desde ese día, Rocco visitaba a Estrella todos los días, pero también aprendió a disfrutar de su nueva familia. Con el tiempo, Don Carlos construyó un pequeño cercado para que Rocco pudiera jugar con Estrella, permitiendo que los dos amigos compartieran momentos juntos, divertidos y llenos de alegría.

La granja se volvió más alegre que nunca, y Rocco enseñó a la familia a cuidar a Estrella y a los demás animales de la granja. Juntos aprendieron sobre amistad, amor y el valor de cuidar a quienes queremos.

Rocco y Estrella demostraron que la verdadera amistad traspasa cualquier distancia y que, sin importar los cambios, si el amor es verdadero, siempre encontrará la manera de reunirnos. ¡Y así, vivieron felices en la granja, disfrutando de cada día juntos!

FIN.

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