El Reino de la Felicidad



Había una vez en el lejano reino de Felicidad, donde la arena y la sal se unían en armonía bajo el reinado de Salvi y Coral. En este lugar mágico, los animales jugaban entre el sol y el amor, mientras las hadas revoloteaban alrededor de la joven Luna, una niña llena de curiosidad y alegría.

Luna siempre soñaba con explorar más allá de los límites de su reino. Un día, mientras jugaba en la playa, encontró un antiguo mapa con la inscripción: "El camino hacia la Felicidad es siempre compartido". Intrigada, decidió que era el momento de vivir una aventura.

"¡Salvi, Coral! ¡Miren lo que encontré!" - gritó Luna, agitando el mapa.

"¿Qué es eso, Luna?" - preguntó Coral, con los ojos brillantes de emoción.

"Es un mapa hacia un lugar misterioso. Quiero ir a buscarlo", dijo Luna.

"¡Nosotros te acompañaremos!" - exclamó Salvi.

Así, emprendieron su viaje, acompañados de sus amigos: un grazioso delfín llamado Dólar y una alegre tortuga llamada Lola. Al caminar, se dieron cuenta de que por el camino se hallaban obstáculos: un río imponente, una montaña alta y un bosque espeso. Pero juntos, se apoyaron mutuamente y encontraron maneras creativas de superar cada uno de ellos.

"No podemos cruzar el río, es muy profundo", dijo Dólar.

"¡Tengo una idea!" - propuso Coral. "Podemos construir un puente con ramas y piedras que encontramos aquí".

Y así lo hicieron. El trabajo en equipo les enseñó la importancia de la colaboración. Una vez cruzado el río, se enfrentaron a la montaña.

"Esta montaña es muy alta, no sé si podemos escalar", dijo Lola un poco asustada.

"Vamos a caminar juntos. Tomemos un paso a la vez" - sugirió Luna con optimismo.

Con paciencia y perseverancia, llegaron a la cima. Desde allí, pudieron ver el vasto reino de Felicidad, y esto les dio fuerzas para continuar. Finalmente, se adentraron en el bosque, donde encontraron a una anciana sapo llamada Gabi.

"¿Qué hacen aquí, pequeños?" - preguntó Gabi con su voz sabia.

"Buscamos el lugar que este mapa indica", respondió Luna.

"¿Saben qué? La verdadera felicidad no está en un lugar distante. Está aquí, en la amistad y en lo que construyen juntos" - les dijo Gabi.

Luna se dio cuenta de que su aventura no solo los llevó a un lugar, sino que les enseño a valorar su unión y los lazos de amistad que habían creado. Empacaron el mapa y la anciana las despidió con un cordial:

"Vayan y compartan su historia, porque así la felicidad se multiplica".

Regresaron a casa, llenos de alegría y compartieron su experiencia con los demás. Entonces, resume todo en una gran fiesta donde los animales, hadas y seres mágicos del reino celebraron su unión.

"La felicidad es aún más brillante cuando la compartimos con nuestros seres queridos" - declaró Luna al finalizar la fiesta.

Y así, en el reino de Felicidad, aprendieron que cada día es una aventura, y que verdaderamente la felicidad se encuentra en cada momento vivido junto a los que amamos.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!