El Reino de la Magia y la Amistad
En un reino lejano llamado Fantasía, donde la magia brillaba como las estrellas, vivían el valiente caballero Santi y las tres princesas: Elisa, Ines y la pequeña Clara. Un día, una oscura nube cubrió el cielo y una bruja malvada, conocida como Morgana, apareció, robando la luz y la alegría del reino con su magia negra.
"¡¿Qué has hecho, Morgana? !" - exclamó Santi, mientras empuñaba su espada.
"He venido a quedarse, caballero. Sin luz, el reino será mío y sólo mío" - rió malignamente la bruja.
Aterrorizados, las princesas se reunieron con Santi en el castillo.
"¿Qué vamos a hacer?" - preguntó Elisa, con una voz temblorosa.
"Debemos unir fuerzas. La única forma de vencerla es con la paz, el amor y el trabajo en equipo" - respondió Santi, decidido.
Las princesas asintieron, y juntos comenzaron a trazar un plan. Elisa, la princesa más ingeniosa, recordó que Morgana había sido una buena bruja en su juventud, antes de dejarse consumir por la tristeza.
"Podemos hacer que recuerde lo que es el amor y la amistad. Quizás eso la haga cambiar" - sugirió Elisa.
Así que los cuatro se embarcaron en una aventura mágica. Al día siguiente, Santi, Elisa, Ines y Clara se adentraron en el sombrío bosque donde Morgana vivía. Con cada paso, el aire se volvía más pesado y oscuro, pero el amor por su reino los mantenía firmes.
Finalmente, llegaron a la cueva de Morgana, donde las sombras danzaban con malicia.
"¡¿Por qué vienen aquí? !" - gruñó la bruja, apareciendo entre las sombras.
"Venimos a hablar contigo, Morgana. Sabemos que en tu interior aún hay bondad" - dijo Ines, valiente pero con una voz suave.
La bruja se rio nuevamente, pero una chispa de duda asomó en su mirada.
"No hay bondad en mí. Solo dolor y rabia" - respondió, cruzando los brazos.
"Pero, ¿acaso no recuerdas los días felices? Las risas, los amigos, el amor..." - continuó Clara, la más pequeña, quien se atrevió a dar un paso adelante.
Las palabras de Clara resonaron en el aire y, de repente, Morgana pareció vacilar. La bruja frunció el ceño, intentando deshacerse de esos recuerdos.
"No, eso fue hace mucho tiempo" - dijo con desánimo.
Santi se acercó y le mostró una flor mágica que había traído del jardín real.
"Esta flor solo florece con amor y amistad. Podemos ayudarte a recordar..." - le ofreció, extendiendo la flor hacia ella.
Morgana, intrigada, tomó la flor. Al instante, colores brillantes comenzaron a invadir la cueva, y su corazón empezó a latir con más fuerza.
"¿Qué es esto?" - murmuró confundida.
"Es la magia del amor y la amistad. Te invitamos a unirte a nosotros, a dejar atrás la tristeza" - dijo Elisa, sosteniendo la mano de sus hermanas.
En ese preciso momento, algo extraordinario sucedió. El entorno comenzó a iluminarse, y la oscuridad se disipó lentamente de la cueva. La sombra que la había cubierto durante tanto tiempo fue reemplazada por la luz del amor. Morgana dejó caer su varita, sintiendo la calidez que la rodeaba. Las princesas y Santi formaron un círculo a su alrededor, tomados de las manos, irradiando luz y unión.
"¡Nunca es tarde para cambiar!" - dijo Ines.
"Podés ser parte de la luz nuevamente, Morgana" - continuó Clara.
La bruja, con lágrimas en los ojos, se dio cuenta de que el amor y la amistad eran más poderosos que cualquier magia oscura. Con un profundo suspiro, empezó a saquear toda su maldad.
"Está bien, quiero ser parte de este reino. Aprendí que el amor puede curar incluso las heridas más profundas" - dijo con voz templada.
Juntos, Santi, Elisa, Ines, Clara y ahora Morgana regresaron al castillo, donde todos celebraron el regreso de la paz. Desde ese día, Morgana se convirtió en la guardiana del reino, usando su poder para protegerlo en lugar de destruirlo. Y así, el reino de Fantasía prosperó en amor, amistad y magia, ¡todo gracias al trabajo en equipo! .
Los habitantes del reino nunca olvidaron la lección: la verdadera magia reside en el amor y la unión entre ellos, porque juntos pueden superar cualquier adversidad.
FIN.