El Reino de los Animales en Paz



En un rincón mágico del mundo, lejos de los humanos, se encontraba un lugar llamado Tierra. En este mundo, los animales vivían en armonía, disfrutando de la libertad y la belleza de la naturaleza. Había un bosque frondoso, un río cristalino y praderas llenas de flores. Los amigos de este reino eran un astuto zorro llamado Zoro, una sabia tortuga llamada Tula y un alegre pato llamado Pipo.

Un hermoso día de primavera, mientras Zoro jugaba entre los árboles, escuchó un grito desesperado. "¡Ayuda! ¡Ayuda!"- provenía del río. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia el sonido.

Al llegar, vio a un pequeño pez que saltaba, atrapado entre unas ramas. "¡No te preocupes! Voy a ayudarte!"- dijo Zoro, tratando de pensar en un plan. Pero no sabía cómo liberar al pez.

Entonces, llegó Tula, quien estaba disfrutando de un paseo. "¿Qué pasa, Zoro?"- preguntó, al ver la preocupación en su cara. "Este pez está atrapado. No sé cómo sacarlo"- respondió el zorro.

"Déjamelo a mí"- dijo Tula con calma. Usó su caparazón para mover las ramas cuidadosamente y, al poco rato, el pez quedó libre. "¡Gracias!"- exclamó el pez emocionado. "No hay de qué"- respondió Tula. "Siempre ayudamos a nuestros amigos."

Pipo, que se había acercado volando, animó al grupo. "¡Celebremos! ¡Gran hazaña! ¿Qué les parece una carrera hasta la pradera?"- propuso.

Todos aceptaron con entusiasmo. Al llegar a la pradera, se encontraron con un hermoso arcoíris que iluminaba el cielo. "¿Sabían que los colores del arcoíris tienen nombres?"- preguntó Pipo. "Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Cada uno es especial igual que nosotros!"-

Mientras corrían y jugaban, escucharon un rumor extraño. Un grupo de animales se acercó asustado. "¿Qué ocurrió?"- preguntó Zoro. "Una tormenta ha destruido nuestro hogar en la colina. No sabemos dónde ir"- dijo un ciervo angustiado.

Zoro, Tula y Pipo se miraron y supieron que debían ayudar. "No se preocupen, los ayudaremos a encontrar un nuevo lugar"- dijo Zoro decidido. Tula añadió: "Podemos buscar juntos. Hay más de un lugar seguro en Tierra"-.

Los animales cansados y asustados empezaron a seguir al grupo de amigos, que los guiaría. Pasaron por el bosque, rodearon el río y finalmente encontraron un hermoso valle lleno de árboles frutales y agua fresca.

"¡Este lugar es perfecto!"- exclamó uno de los ciervos al ver el nuevo hogar. "Aquí estarán a salvo y podrán reconstruir su vida"- comentó Tula.

El grupo de animales se alzó en una gran celebración. Pero cuando todo parecía estar en calma, una nube oscura apareció en el horizonte. "¡Una tormenta se acerca!"- gritó Pipo.

"No puedo dejar que el nuevo hogar se vea afectado, debemos preparar el lugar!"- dijo Zoro.

Los animales trabajaron juntos, recogiendo ramas y hojas. Tula guiaba a los más pequeños mientras Zoro y Pipo se encargaban de reforzar el refugio. Al finalizar, formaron un gran círculo, listos para enfrentar la tormenta juntos.

Cuando la lluvia empezó a caer, todos se acurrucaron en el refugio. "¡Estamos juntos! Eso es lo más importante!"- dijo Pipo. Después de la tormenta, el arcoíris volvió a aparecer sobre el valle. "Miren, es nuestra señal de que todo estará bien!"- exclamó Zoro.

Y así, con el nuevo hogar reconstruido, los animales comprendieron que la amistad y el trabajo en equipo son el verdadero poder que reside en el corazón de Tierra. Desde ese día, no solo se unieron más como comunidad, sino que también aprendieron a cuidar de su entorno, creando la paz que tanto valoraban.

"Siempre podemos cambiar el rumbo de nuestra historia si trabajamos juntos"- concluyó Tula sabiamente. Y así, en el Reino de los Animales en Paz, vivieron felices, protegiendo su hogar y ayudando a quienes lo necesitaban aun uniendo a todos bajo los colores del arcoíris.

FIN.

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