El Reino de los Sueños
Luzita era una niña curiosa y valiente que siempre soñaba con viajar por el mundo. Un día, su sueño se hizo realidad cuando subió a un avión rumbo a Estados Unidos para visitar a su tía Rosita.
El vuelo transcurría con normalidad hasta que de repente, una fuerte turbulencia sacudió la nave y el avión acabó estrellándose en medio de un lugar desconocido y mágico.
Luzita abrió los ojos lentamente, se incorporó entre los escombros y miró sorprendida a su alrededor. - ¡Qué lugar tan extraño! -exclamó Luzita mientras se levantaba del suelo. Frente a ella, apareció un hada pequeñita con alas brillantes que le sonreía amablemente. - Hola, soy Lunita, la guardiana de este lugar mágico.
¿Cómo te llamas? -preguntó el hada con voz melodiosa. - Soy Luzita, ¿dónde estamos? -respondió la niña asombrada. Lunita explicó que estaban en un reino encantado donde los sueños se volvían realidad y todo era posible.
La hada le dijo a Luzita que para regresar a casa debía superar tres desafíos mágicos que pondrían a prueba su valentía, ingenio y bondad. El primer desafío consistía en cruzar un puente hecho de arcoíris sin caerse.
Con paso firme y corazón valiente, Luzita logró llegar al otro lado mientras las luces brillantes del arcoíris iluminaban su camino. El segundo desafío era resolver un acertijo complicado propuesto por un duende travieso.
Con astucia e inteligencia, Luzita descifró el enigma y ganó la confianza del duende quien le entregó la pista para el último desafío. El tercer desafío era liberar a una familia de unicornios atrapados por una malvada bruja en lo alto de una montaña nevada.
Sin dudarlo, Luzita escaló la montaña enfrentando vientos helados hasta llegar a la cima donde derrotó a la bruja con amor y compasión, liberando así a los unicornios quienes le llevaron de regreso al punto donde había caído el avión.
De repente, Luzita despertó sobresaltada en su asiento dentro del avión justo antes de tomar tierra en Estados Unidos. Mirando por la ventanilla recordó cada momento vivido en aquel lugar mágico como si hubiera sido real.
Desde ese día, Luzita supo que no importaba cuán difícil fuese el camino o cuántos obstáculos encontrara; siempre tendría dentro de sí misma la magia necesaria para superar cualquier adversidad y hacer realidad sus sueños más increíbles.
Y así fue como nuestra valiente protagonista aprendió que lo verdaderamente importante no es solo llegar al destino deseado sino disfrutar cada paso del camino lleno de aventuras inolvidables.
FIN.