El Reino Magico del K-Pop
Había una vez, en un reino muy lejano llamado K-Poplandia, un grupo de siete valientes amigos que eran conocidos como BTS. Cada uno de ellos tenía un talento especial: RM era el rey de las palabras, Jin el príncipe de la risa, Suga el maestro del ritmo, J-Hope el rayito de sol, Jimin el bailarín de las estrellas, V el cantor del corazón y Jungkook el héroe más joven y fuerte.
Un día, un rumor llegó a sus oídos: el malvado Rey Nótt había robado la música de K-Poplandia. Sin música, el reino se estaba volviendo gris y triste. Los ciudadanos lloraban porque no podían bailar ni cantar.
"¡No podemos dejar que esto siga!" - exclamó RM con determinación.
"¡Debemos recuperar la música!" - agregó J-Hope, brillando como siempre con su energía.
Entonces, los siete amigos decidieron hacer un viaje a la oscura cueva de Nótt. Pero antes de irse, necesitaban un mapa.
Mientras caminaban por el bosque de los sueños, encontraron a una anciana llamada Doña Melodía. Ella era la guardiana de la música y sabía dónde estaba el mapa.
"Para conseguirlo, deben demostrarme que son un gran equipo", dijo Doña Melodía.
Los chicos se miraron entre sí, sabiendo que eso era lo que hacían mejor. Así que, en ese momento, se pusieron a cantar una de sus canciones favoritas. Mientras cantaban, notaron que el bosque comenzaba a cobrar vida: las flores florecían, los pájaros cantaban y los árboles bailaban. Doña Melodía sonrió y les entregó el mapa, pero antes les hizo una advertencia:
"Recuerden, chicos, la música tiene un poder mágico, pero también implica responsabilidad. Nunca la usen para hacer daño".
Con el mapa en sus manos, BTS emprendió su aventura hacia la cueva de Nótt. En el camino, enfrentaron varios desafíos, como puentes que caían y animales asustados, pero cada vez que uno de ellos caía, los demás lo ayudaban a levantarse. Así, demostraban que la amistad y el trabajo en equipo eran más fuertes que cualquier obstáculo.
Al llegar a la cueva, el oscuro Rey Nótt los esperaba.
"¿Qué queréis, intrusos?" - gruñó.
"¡Queremos recuperar la música de K-Poplandia!" - respondió V, con voz temblorosa pero firme.
El rey se rió despectivamente. "¿Y qué pueden ofrecerme a cambio?" -
"Nosotros podemos hacerte sonreír y tocar tu corazón!" - dijo Jungkook, el más joven, mirando a sus amigos.
Los chicos comenzaron a cantar una hermosa canción, llena de ritmos y melodías. La música llenó la cueva, iluminándola. Nótt, que nunca había escuchado algo tan hermoso, se sintió conmovido. Las sombras que lo rodeaban comenzaron a desvanecerse.
"¡No quiero perder esta música!" - gritó.
"Entonces, ¡deberías compartirla con todos! la música no es solo para ti, sino para que todos la disfruten" - dijo Jimin, con su suave voz.
El Rey Nótt sintió un cambio en su corazón y, al final, decidió devolver la música a K-Poplandia.
"¡Les haré caso! Desde hoy, haré un festival donde todos puedan disfrutar de la música" - anunció, relajándose por primera vez.
Los amigos regresaron a su reino como héroes, no solo porque recuperaron la música, sino porque mostraron que la verdadera magia de la música está en compartirla y alegrar a los demás. Desde entonces, cada año, el rey Nótt organizaba un gran festival de música donde todos bailaban y cantaban juntos, y BTS seguía siendo el emblema de la amistad y la alegría en K-Poplandia.
Y así, el reino floreció lleno de risas, baile y melodías, donde la magia de la música unía a todos en armonía. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.