El renacer de Marco
Había una vez en un hermoso bosque, vivía Marco, un ave muy curiosa y llena de vida. Siempre estaba explorando nuevos lugares y disfrutando de las maravillas que la naturaleza le ofrecía.
Un día, mientras volaba por el cielo azul, vio a lo lejos una gran celebración. Habían preparado juegos pirotécnicos para festejar algo importante. Marco se sintió emocionado y decidió acercarse para ver de qué se trataba.
Cuando llegó al lugar, quedó deslumbrado por los colores brillantes que iluminaban el cielo nocturno. Los fuegos artificiales parecían danzar entre las estrellas, creando figuras mágicas en el aire. Marco no podía apartar la mirada de ese espectáculo tan fascinante.
Sin embargo, en medio del júbilo y la alegría de la gente, ocurrió algo terrible. Uno de los juegos pirotécnicos salió mal y explotó cerca de donde estaba Marco. El pobre ave se asustó tanto que perdió el control y cayó al suelo.
La gente corrió hacia él preocupada por su estado. Todos lamentaron lo sucedido e intentaron ayudarlo, pero a pesar de sus esfuerzos, Marco ya no respiraba. La tristeza invadió a todos los presentes mientras lloraban la pérdida del pequeño pájaro.
Pero lo que nadie sabía era que aquellos fuegos artificiales habían tenido un efecto mágico en Marco antes de su muerte. Cuando todo parecía perdido, una luz brillante envolvió al ave y lo revivió.
Marco abrió los ojos y se dio cuenta de que había ocurrido algo extraordinario.
Se levantó del suelo, lleno de energía y vitalidad, pero también con una nueva misión en su vida: enseñar a los demás sobre la importancia de la seguridad y el cuidado del medio ambiente. Desde ese día, Marco recorrió el bosque hablando con todos los animales y las personas que encontraba. Les contaba lo que le había sucedido y cómo había aprendido a valorar cada momento de su existencia.
Les explicaba que debían ser conscientes de los peligros que podían surgir al no tener precaución. El mensaje de Marco llegó a todos los rincones del bosque. Los animales comenzaron a tomar medidas para mantenerse seguros y protegidos.
Los humanos entendieron la importancia de respetar el entorno natural y evitar acciones imprudentes. Poco a poco, gracias al esfuerzo incansable de Marco, el bosque se convirtió en un lugar seguro para todos sus habitantes.
Las celebraciones continuaron, pero ahora se realizaban sin juegos pirotécnicos ni ningún otro elemento peligroso. Marco vivió muchos años más rodeado de amigos que valoraban su valentía y sabiduría.
Siempre recordaban cómo un ave pequeña pudo superar la adversidad y convertirse en un símbolo de esperanza para todos. Y así, queridos niños, aprendamos junto a Marco que debemos disfrutar la vida con responsabilidad, cuidando nuestro entorno y tomando precauciones para evitar accidentes innecesarios.
Cada día es una oportunidad única para aprender algo nuevo y hacer del mundo un lugar mejor.
FIN.