El rescate de Apolo

En una hermosa granja en lo profundo del campo argentino, vivían dos valientes hermanos, Apolo y Artemisa. Apolo era un gallo imponente y orgulloso, y Artemisa una gallina llena de gracia y astucia.

Juntos cuidaban de su familia y amigos en la granja, siempre alertas ante cualquier peligro que pudiera acechar. Un día, mientras paseaban por los campos, un tornado furioso se abalanzó sobre la granja, separando a Apolo de Artemisa.

- ¡Apolo! ¡Apolo! - gritó desesperada Artemisa, pero el viento y la lluvia se lo llevaban con fuerza. Mientras tanto, Apolo luchaba por mantenerse a salvo, volando contra la tormenta con todas sus fuerzas.

A pesar de sus esfuerzos, el tornado lo atrapó y lo arrastró lejos, dejando a Artemisa sumida en la tristeza y la preocupación. Determinada a encontrar a su amado, Artemisa buscó ayuda entre los demás animales de la granja. Juntos, elaboraron un plan para rescatar a Apolo, enfrentando desafíos y superando miedos en el camino.

Atravesaron ríos, esquivaron a los depredadores y desafiaron al mismo tornado. Finalmente, con valentía y trabajo en equipo, lograron llegar al lugar donde Apolo había sido arrastrado. Allí, lo encontraron herido y debilitado.

Con amor y cuidado, lo llevaron de regreso a la granja, donde se recuperó lentamente. Esta experiencia fortaleció el lazo entre Apolo y Artemisa, enseñándoles la importancia del coraje, la solidaridad y la unidad en tiempos de adversidad.

Desde entonces, su unión y determinación inspiraron a todos en la granja, recordándoles que juntos pueden superar cualquier desafío que se interponga en su camino.