El rescate de la ardilla

Indi se emocionó mucho con la idea de ser grande y tener más responsabilidades. Desde ese día, comenzó a prestar más atención a su cuerpo y sus necesidades.

Un día, mientras jugaba en el bosque con sus amigos, Indi sintió que tenía que ir al baño. Pero no quería interrumpir el juego para pedir permiso a sus padres. Así que decidió aguantarse un poco más.

Sin embargo, cuando llegó a casa, ya era demasiado tarde y había tenido un accidente. Sus padres le explicaron la importancia de prestar atención a las señales del cuerpo y pedir ayuda cuando fuera necesario. Indi aprendió la lección y se propuso ser más responsable.

Empezó a decirles a sus padres cuándo tenía ganas de ir al baño y nunca volvió a tener un accidente. Pero eso no fue todo lo que aprendió Indi en esa aventura. Un día, mientras exploraba el bosque, encontró una ardillita perdida llamada Lila.

La pobre Lila estaba asustada y sola; había perdido de vista a su familia. Indi sabía lo importante que era ayudar a los demás, así que decidió llevarla consigo hasta encontrar su hogar.

Juntos recorrieron todo el bosque buscando pistas sobre la familia de Lila. Finalmente, después de muchos días de búsqueda incansable, lograron encontrar al grupo familiar de Lila gracias al olfato agudo de Indi.

La pequeña ardilla estaba muy feliz por haber encontrado su hogar nuevamente gracias al valor y coraje demostrado por Indi. Desde entonces, Indi se convirtió en una heroína en el bosque. Todos sus amigos la admiraban por su valentía y determinación.

Y ella, feliz de haber ayudado a alguien, se sentía más grande y responsable que nunca. Y así es como Indi aprendió dos lecciones importantes: prestar atención a su cuerpo y pedir ayuda cuando fuera necesario, y ayudar a los demás siempre que pudiera.