El rescate de los amigos



Había una vez en la selva un grupo de amigos muy especiales: La Hormiga Juana, el Perro Gabriel y la Jirafa Marta. Cada uno de ellos tenía habilidades únicas y se ayudaban mutuamente en sus aventuras diarias.

Un día, mientras exploraban el bosque, escucharon un ruido extraño proveniente de un árbol cercano. Decidieron investigar y descubrieron que era un pequeño pajarito que había caído del nido. El pajarito estaba asustado y no podía volar.

La Hormiga Juana, siendo muy valiente y decidida, propuso llevar al pajarito a su hogar para cuidarlo hasta que pudiera volar nuevamente. El Perro Gabriel ofreció su espalda para cargar al pajarito con mucho cuidado mientras caminaban hacia la hormiguera.

Cuando llegaron a la hormiguera, Marta se acercó con su largo cuello para observar al pajarito más de cerca. Todos estaban preocupados por él y querían asegurarse de que estuviera bien.

Juana preparó una cama cómoda con hojas secas dentro de la hormiguera para el pequeño pajarito. Gabriel trajo ramitas y hojas para hacerle una sombra fresca y protegerlo del sol. Los días pasaron rápidamente mientras todos cuidaban del pajarito juntos.

Le daban comida, lo regañaban cuando intentaba volar antes de tiempo e incluso le contaban historias divertidas para animarlo. Un día soleado, después de semanas de cuidados amorosos, el pajarito finalmente pudo extender sus alas completamente. Estaba emocionado por volar y explorar el mundo nuevamente.

La Hormiga Juana, el Perro Gabriel y la Jirafa Marta se despidieron del pajarito con alegría y tristeza a la vez. Estaban felices de haberlo ayudado a recuperarse, pero también extrañarían su compañía.

Antes de volar lejos, el pajarito les dijo: "Gracias por cuidarme y enseñarme que siempre hay amigos dispuestos a ayudar. Aprendí mucho de ustedes y nunca olvidaré su amabilidad". Los tres amigos sonrieron orgullosos mientras veían al pajarito volar alto en el cielo.

Sabían que habían hecho algo maravilloso al ayudarlo. Desde ese día, La Hormiga Juana, El Perro Gabriel y La Jirafa Marta siguieron siendo inseparables.

Ayudaban a otros animales necesitados en la selva y compartían sus habilidades especiales con todos aquellos que lo necesitaran. Y así, juntos demostraron que no importa cuán pequeños o grandes sean, siempre pueden hacer una gran diferencia cuando trabajan en equipo.

FIN.

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