El rescate de Manuel y el perrito perdido



En lo más profundo de la selva, donde los árboles se alzaban imponentes y el canto de las aves llenaba el aire, vivía Manuel.

No era un niño común y corriente, ¡no! Manuel tenía un secreto: ¡era un superhéroe! Con su capa roja al viento y una sonrisa valiente en su rostro, recorría la selva en busca de quien necesitara ayuda. Una mañana soleada, mientras paseaba por el río, escuchó un llanto lastimero que provenía de la espesura.

Sin dudarlo, se adentró entre los árboles hasta encontrarse con un pequeño perrito perdido. El animalito temblaba de miedo y sus ojos reflejaban tristeza.

Manuel se acercó con cuidado y le habló con dulzura:- ¿Qué te pasa, amiguito? ¿Estás perdido? El perrito movió la cola tímidamente y lamió la mano extendida de Manuel. Parecía confiar en él. Decidido a ayudar al animal amigo, Manuel levantó vuelo llevándolo en brazos. Juntos emprendieron el regreso a casa.

Pero no todo sería tan sencillo como parecía. De repente, unos rugidos resonaron entre los árboles. Era el feroz jaguar que acechaba desde las sombras. Se abalanzó hacia ellos con garras afiladas y ojos hambrientos.

- ¡Cuidado! -gritó Manuel protegiendo al perrito. Con agilidad sobrehumana esquivó los ataques del jaguar mientras buscaba una forma de ahuyentarlo sin hacerle daño.

Entonces tuvo una idea brillante: tomó unas ramas cercanas y comenzó a moverlas frenéticamente imitando a un animal más grande y salvaje. El jaguar retrocedió confundido por aquel extraño comportamiento y finalmente huyó entre las sombras de la selva.

Manuel respiró aliviado y acariciando al perrito perdido le dijo:- ¡Estás a salvo ahora! Te llevaré a casa donde estarás protegido. Y así fue como juntos regresaron sanos y salvos a la choza del dueño del perrito quien les recibió con lágrimas en los ojos.

- ¡Muchas gracias por traer de vuelta a mi querida mascota! -expresó emocionado el hombre mayor-. Eres un verdadero héroe. Manuel sonrió humildemente pero feliz por haber podido ayudar; sabía que esa era su misión como superhéroe: velar por quienes no pueden hacerlo por sí mismos.

Desde ese día, cada vez que alguien necesitaba ayuda en la selva o algún animal estaba en apuros, podían contar con la valentía y bondad de Manuel, el superhéroe protector de todos los seres vivientes del bosque encantado.

FIN.

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