El rescate de Marina



Había una vez en el fondo del mar, en un lugar donde la luz apenas penetraba, una artista famosa llamada Marina.

Marina era conocida por sus increíbles obras de arte que creaban un mundo de magia y color bajo el agua. Un día, mientras trabajaba en su próximo proyecto, Marina desapareció misteriosamente. Su hermana Estela, también una talentosa artista, se preocupó al ver que Marina no regresaba a casa.

Decidió emprender un viaje en busca de su hermana perdida. Nadando entre las profundidades del océano, Estela se encontró con extrañas criaturas marinas que le contaron historias sobre la desaparición de Marina.

Decidida a encontrarla, siguió adelante hasta llegar a un lugar mágico donde el agua brillaba con colores nunca antes vistos. Allí encontró a Marina atrapada en una cueva submarina, rodeada de sus pinturas y esculturas. "-¡Hermana! ¡Qué alegría verte!" -exclamó Estela emocionada al encontrar a Marina sana y salva.

Marina le explicó lo que le había sucedido: había estado tan absorta en su trabajo creativo que se había perdido en su propia imaginación. Había olvidado el camino de regreso a casa y quedó atrapada en la cueva sin poder salir.

Estela abrazó a su hermana con cariño y le recordó la importancia de equilibrar la creatividad con la realidad.

"-La creatividad es maravillosa, pero debemos recordar siempre quiénes somos y dónde estamos para no perdernos en nuestro propio mundo de fantasía", dijo Estela sabiamente. Juntas lograron salir de la cueva y regresaron a casa, donde Marina continuó creando sus obras maestras con una nueva perspectiva gracias al consejo de su hermana.

Desde entonces, las dos artistas trabajaron juntas para inspirar a otros habitantes del mar con sus creaciones llenas de magia y color.

Y así, Marina aprendió que la verdadera magia estaba en equilibrar la creatividad con la realidad, manteniendo los pies en el suelo mientras dejaba volar su imaginación bajo el profundo mar azul.

FIN.

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