El rescate de Nicholas
Había una vez un hombre llamado Nicholas Winton. Era un señor mayor de 79 años, con una radiante sonrisa y lentes marrones de marcos cuadrados.
Nicholas era conocido por su bondad y generosidad, pero había algo que él no sabía. Un día, recibió una invitación para aparecer en un programa de televisión muy importante. Estaba emocionado pero confundido, ya que no entendía por qué le habían pedido que fuera al programa.
Cuando llegó al estudio de televisión, fue recibido calurosamente por el presentador del programa. Todos estaban ansiosos por escuchar la increíble historia detrás de su gran hazaña. Nicholas se sentó en el sillón frente a las cámaras y miró a la audiencia expectante.
El presentador comenzó a hacerle preguntas sobre su vida y sus experiencias. "Sr. Winton, hemos oído hablar de su increíble acto de valentía y heroísmo ¿Puede contarnos más acerca de ello?"- preguntó el presentador con entusiasmo.
Nicholas titubeó por un momento antes de responder: "Bueno... hace muchos años atrás, durante la Segunda Guerra Mundial, me enteré de la difícil situación en la que se encontraban los niños judíos en Checoslovaquia.
Decidí hacer todo lo posible para ayudarlos". La audiencia quedó cautivada por sus palabras y esperaba ansiosa a escuchar más detalles sobre esta increíble historia. "¿Y cómo logró ayudar a esos niños?"- preguntó el presentador intrigado.
Nicholas tomó aire antes de continuar: "Organicé un plan para llevar a esos niños fuera del país y encontrarles hogares adoptivos en Inglaterra. Trabajé incansablemente para conseguir permisos, visas y pasajes de tren para ellos. En total, logré salvar a 699 vidas".
La audiencia quedó sin palabras ante la magnitud de su hazaña. Todos se levantaron y aplaudieron emocionados. "¡Eso es asombroso, Sr. Winton! Usted es un verdadero héroe"- exclamó el presentador con admiración.
Nicholas sonrió humildemente y respondió: "No me considero un héroe, solo hice lo que creí correcto en ese momento". Mientras la entrevista continuaba, Nicholas recibió una sorpresa muy especial. El programa había invitado a algunos de los niños que él había salvado hace tantos años atrás.
Uno por uno, los antiguos niños judíos entraron al estudio con lágrimas en los ojos y abrazaron a Nicholas llenos de gratitud. Eran adultos ahora, pero nunca olvidaron el increíble acto de bondad que él había hecho por ellos.
La emoción invadió el lugar mientras todos celebraban este encuentro tan significativo. Nicholas se dio cuenta entonces de la importancia de su labor y cómo había dejado una huella imborrable en las vidas de aquellos niños.
Desde ese día, Nicholas Winton se convirtió en un símbolo de esperanza y valentía para muchas personas alrededor del mundo. Su historia inspiradora recordaba a todos que incluso las acciones más pequeñas pueden tener un impacto enorme en la vida de otras personas.
Y así termina nuestra historia, recordando siempre el valor del altruismo y la importancia de ayudar a quienes más lo necesitan. Porque, como Nicholas Winton nos enseñó, el verdadero héroe está en cada uno de nosotros.
FIN.