El rescate de Plumas



Tom se sobresaltó en su cama al escuchar el ruido proveniente del gallinero. Se levantó de un salto, se puso sus pantuflas y corrió hacia afuera para ver qué estaba pasando.

Al llegar al gallinero, vio a todas las gallinas revoloteando y cacareando nerviosas. Al acercarse más, descubrió que una de las tablas del techo se había roto y un pequeño pollito estaba atrapado en lo alto, llorando por ayuda.

"¡Oh no! ¿Cómo llegaste hasta allí arriba, pequeño?", exclamó Tom con preocupación. El granjero intentó subir a rescatar al pollito, pero la abertura era demasiado estrecha para él. Entonces recordó a su fiel perro Bruno, quien siempre estaba dispuesto a ayudar en situaciones difíciles.

"Bruno, ven aquí amigo. Necesitamos tu ayuda para salvar a este pollito", le dijo Tom mientras señalaba hacia arriba. Bruno entendió la situación de inmediato y comenzó a buscar una manera de llegar hasta el pollito.

Después de inspeccionar el lugar detenidamente, encontró un viejo balde que podría usar como escalera improvisada. Con cuidado y astucia, Bruno logró colocar el balde debajo del agujero donde se encontraba el pollito.

Subió con destreza por el balde y con mucho cuidado tomó al pequeño animal entre sus dientes antes de bajarlo sano y salvo hasta el suelo. El pollito temblaba de miedo pero pronto se tranquilizó al estar nuevamente junto a sus compañeras gallinas.

Tom acarició a Bruno con cariño por su valentía y astucia para resolver la situación. "¡Gracias Bruno! Eres realmente un héroe", dijo Tom emocionado.

Desde ese día, Tom supo que podía confiar en su fiel amigo Bruno no solo como mascota sino también como un verdadero compañero capaz de ayudarlo en momentos difíciles. Juntos vivieron muchas aventuras más en la granja, demostrando que la amistad y el trabajo en equipo siempre son importantes para superar cualquier desafío que se presente.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!