El rescate del erizo de RomoEskola
Había una vez en el colegio RomoEskola, un concurso de dibujo muy especial. Los estudiantes estaban emocionados porque debían crear la mascota que representaría a su querida escuela.
Había muchos diseños creativos y coloridos, pero hubo uno en particular que destacó entre todos: ¡el erizo! El diseño del erizo fue creado por Martina, una niña tímida y muy talentosa para el dibujo. Su diseño mostraba un erizo simpático con colores brillantes y una sonrisa adorable.
Cuando se anunció que su dibujo era el ganador, Martina no podía creerlo. Todos aplaudieron y celebraron su talento. "¡Felicidades, Martina! ¡Tu erizo es perfecto para ser la mascota de nuestra escuela!" -dijo la directora emocionada.
Martina estaba feliz de haber sido elegida y pronto comenzó a trabajar en darle vida a su personaje. Con la ayuda de sus compañeros, crearon un traje gigante de erizo para que alguien lo use en eventos especiales.
El erizo se convirtió en la sensación del colegio RomoEskola. Todos querían tomarse fotos con él, abrazarlo y pasar tiempo juntos. Martina estaba radiante al ver cómo su creación había traído tanta alegría a sus amigos. Pero un día, algo inesperado sucedió.
Durante un evento deportivo, el traje de erizo se desgarró y ya no podía usarse. Todos estaban preocupados y tristes por no poder contar con su entrañable mascota. "No te preocupes, Martina.
Podemos arreglarlo juntos", dijo Lucas, el capitán del equipo de fútbol. Así fue como todos los estudiantes se unieron para ayudar a reparar el traje del erizo. Cada uno aportó con lo que podía: algunos cosían, otros pintaban y algunos buscaban materiales nuevos.
Después de mucho trabajo en equipo, el traje del erizo quedó como nuevo justo a tiempo para el próximo evento escolar. Cuando Martina lo vio brillando nuevamente, sintió una emoción indescriptible.
El día del evento llegó y todos estaban ansiosos por ver al erizo otra vez. Cuando finalmente apareció bailando y saludando a todos, los aplausos retumbaron en todo el colegio RomoEskola.
Desde ese día, Martina entendió la importancia del trabajo en equipo y cómo juntos podían superar cualquier desafío. El erizo seguía siendo la mascota más querida del colegio gracias al esfuerzo conjunto de todos sus amigos.
Y así termina esta historia inspiradora sobre amistad, colaboración y perseverancia en el colegio RomoEskola donde un simple dibujo de un erizo logró unir corazones y enseñar valiosas lecciones a todos sus estudiantes.
FIN.