El rescate del lagarto gigante


Gara y Nira eran dos hermanas que vivían en una pequeña casa cerca del bosque. Una mañana, mientras desayunaban, escucharon un suave cantar proveniente de afuera.

Al asomarse por la ventana, se sorprendieron al ver a un hermoso pinzón azul posado en el alféizar. - ¡Miren, Nira! ¡Es un pinzón azul! -exclamó Gara emocionada. El pajarito las miraba fijamente con sus brillantes ojitos negros y comenzó a trinar melodiosamente.

Fue entonces cuando el pinzón les habló con una voz suave y dulce:"Hola, queridas niñas. Soy Azulito, el mensajero de la naturaleza. He venido a pedirles ayuda urgente. "Las hermanas se miraron desconcertadas pero intrigadas por lo que escuchaban.

- ¿Ayuda? ¿En qué podemos ayudarte?" -preguntó Nira con curiosidad. Azulito les explicó que el lagarto gigante de la Gomera estaba en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat natural y a la caza furtiva.

Sin embargo, él les aseguraba que aún había esperanza si ellas decidían actuar. "¿Qué podemos hacer nosotras para salvar al lagarto gigante?" -preguntó Gara decidida a ayudar.

Azulito les contó sobre la importancia de preservar el equilibrio en la naturaleza y cómo cada ser vivo cumplía un papel fundamental en ese delicado sistema. Les propuso buscar soluciones creativas para proteger al lagarto gigante y así evitar su desaparición.

Las hermanas se pusieron manos a la obra y comenzaron a investigar sobre las causas del peligro que acechaba al lagarto gigante de la Gomera. Descubrieron que una empresa constructora planeaba talar parte del bosque donde habitaba esta especie única para construir un complejo turístico.

Determinadas a detener este plan devastador, Gara y Nira organizaron una campaña de concientización en su comunidad. Crearon carteles coloridos, repartieron volantes informativos e incluso dieron charlas educativas sobre la importancia de proteger a todas las especies animales en peligro de extinción.

Pronto, más personas se sumaron a su causa y juntos lograron detener la construcción del complejo turístico. El hábitat del lagarto gigante fue declarado zona protegida gracias al esfuerzo conjunto de todos los involucrados.

Un año después, Azulito regresó para darles las buenas noticias:"Gracias a su valentía y determinación, el lagarto gigante de la Gomera ha aumentado su población y ya no está en peligro crítico de extinción.

"Gara y Nira celebraron con alegría esta victoria para la naturaleza sabiendo que habían hecho una diferencia real gracias a su compromiso y trabajo duro. Desde entonces, siguieron siendo guardianas activas del bosque y sus habitantes, recordando siempre que cada pequeña acción podía marcar una gran diferencia en el mundo.

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