El rescate del pichito herido


Había una vez un grupo de estudiantes de sexto grado de la Escuela Primaria "Sol y Luna" que estaban muy emocionados porque se acercaba su viaje de promoción.

La tutora, la señorita Laura, había organizado un increíble viaje a Tarapoto, una hermosa ciudad en la selva peruana. Los estudiantes no podían esperar para explorar la exuberante vegetación, nadar en las cascadas y aprender sobre la cultura amazónica. Pero antes del gran día, debían cumplir con sus responsabilidades académicas.

Los días pasaron rápidamente y llegó el tan esperado día del viaje. Los estudiantes llegaron temprano a la escuela con sus mochilas llenas de entusiasmo y alegría.

La señorita Laura los recibió con una gran sonrisa en su rostro. "¡Buenos días chicos! ¿Están listos para esta increíble aventura?"- preguntó emocionada. "¡Síii!"- respondieron todos al unísono. El grupo subió al bus escolar y comenzaron su travesía hacia Tarapoto.

Durante el viaje, la señorita Laura les contó historias fascinantes sobre animales salvajes y plantas medicinales que encontrarían en la selva. Cuando llegaron a Tarapoto, se instalaron en un hermoso hotel rodeado de naturaleza.

La primera actividad fue visitar una reserva natural donde pudieron ver monos saltando entre los árboles y aves multicolores volando por el cielo. Mientras recorrían el lugar, uno de los estudiantes llamado Lucas encontró un pequeño animalito herido. Era un pichito que se había caído de su nido.

Lucas, preocupado por el animalito, decidió cuidarlo y llevarlo al hotel.

La señorita Laura les explicó a todos que los animales salvajes deben vivir en su hábitat natural, pero que podrían ayudar al pichito hasta encontrar la forma adecuada de devolverlo a su hogar. Durante los días siguientes en Tarapoto, los estudiantes aprendieron sobre la importancia de proteger el medio ambiente y respetar a todas las especies. Realizaron actividades como plantar árboles nativos y limpiar una playa cercana.

Mientras tanto, Lucas estaba dedicado a cuidar del pichito. Lo alimentaba con semillas y lo mantenía caliente en una caja especial. Todos los demás estudiantes también colaboraban con él para asegurarse de que el animalito estuviera bien.

Una noche, mientras estaban cenando en el hotel, recibieron una visita inesperada. Un guardabosques llegó con buenas noticias: habían encontrado el nido del pichito y podían devolverlo a su familia.

Lucas estaba emocionado y un poco triste al mismo tiempo porque tendría que despedirse del pequeño animalito al día siguiente. Pero sabía que era lo correcto para él. Al día siguiente, todo el grupo se dirigió hacia el lugar donde encontraron al pichito.

Con mucho cuidado, colocaron al animal cerca del nido y esperaron pacientemente para ver si sería aceptado por su familia. Para sorpresa de todos, la mamá pájaro volvió rápidamente y comenzó a cuidar del pequeño pichito como si nunca hubiera estado lejos.

Lucas se sintió feliz y orgulloso de haber ayudado a ese animalito. El viaje de promoción continuó con más aventuras y aprendizajes increíbles. Los estudiantes crearon hermosos recuerdos mientras exploraban la selva, nadaban en las cascadas y conocían la cultura amazónica.

Al finalizar el viaje, los estudiantes regresaron a su escuela con una nueva perspectiva sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y respetar a todas las especies. La tutora, la señorita Laura, estaba muy orgullosa de ellos.

Y así, aquel viaje de promoción a Tarapoto dejó una huella profunda en el corazón de cada estudiante, recordándoles que siempre pueden hacer pequeñas acciones para proteger nuestro planeta y ayudar a quienes lo necesitan.

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