El rescate del príncipe Eric
Había una vez en el reino submarino de Atlántica, un valiente príncipe llamado Eric. Un día, mientras navegaba en alta mar, su barco fue atacado por un feroz dragón lanza llamas que lo arrastró hacia las profundidades del océano. Mientras tanto, la valiente princesa sirena, Ariel, había oído sobre el ataque y decidió emprender un arriesgado viaje para rescatar al príncipe.
Acompañada por su fiel amigo, el cangrejo Sebastián, Ariel se sumergió en las aguas oscuras en busca del príncipe Eric. Después de enfrentar peligrosas criaturas marinas, finalmente llegaron al lair del temible dragón lanza llamas. El dragón rugió con furia, pero Ariel recordó las enseñanzas de su padre, el rey Tritón, y con valentía se acercó al dragón para calmarlo. 'Oh noble dragón, te suplico que liberes al príncipe Eric, él no te ha hecho ningún daño', dijo Ariel con voz tranquila. El dragón, sorprendido por la bondad de Ariel, accedió a liberar al príncipe.
Eric, confundido y agradecido, agradeció a Ariel por su valentía y bondad. Juntos, lograron regresar a la superficie, donde fueron recibidos con alegría por los habitantes de Atlántica. La valentía y la compasión de Ariel inspiraron a todos en el reino, demostrando que la bondad siempre prevalece sobre la violencia. Desde ese día en adelante, el príncipe Eric y la princesa Ariel se convirtieron en grandes amigos, prometiendo trabajar juntos para proteger los mares y su preciosa vida marina.
FIN.