El rescate del tronco mágico

Había una vez un tronco sin árbol que flotaba en el río. Las algas crecían a su alrededor y pequeños seres fantásticos vivían en él. Un día, un grupo de amigos curiosos se acercó al río para jugar.

Ellos vieron el tronco y preguntaron: "¿Qué es eso?". Uno de ellos respondió: "Es un tronco sin árbol".

De repente, uno de los seres fantásticos salió del agua y les dijo: "Hola chicos, yo soy un duende del agua y vivo aquí con mis amigos". Los niños se sorprendieron al ver a este pequeño ser con alas brillantes. "¡Wow! ¿Puedes mostrarnos más criaturas como tú?" -preguntó uno de los niños.

"Por supuesto", respondió el duende del agua mientras los llevaba por el río. Encontraron a otros seres mágicos como hadas luminosas, sirenas cantoras y hasta dragones acuáticos. Los niños estaban fascinados con todo lo que veían.

Pero luego notaron algo extraño en el tronco sin árbol. Había una mancha oscura en la parte inferior que parecía estar enferma. "¿Qué le pasa al tronco?", preguntó otro niño preocupado. El duende del agua explicó que era una enfermedad causada por la contaminación del río.

Les dijo que si no hacían nada al respecto, todos los seres mágicos podrían morir junto con el tronco. Esta noticia entristeció a los niños pero también les dio fuerzas para hacer algo al respecto.

Decidieron limpiar el río y hacerlo un lugar seguro para todos los seres mágicos. Los niños trabajaron duro durante días, recolectando basura y limpiando el agua. Finalmente, lograron salvar al tronco sin árbol y a todos los seres mágicos que vivían allí.

"¡Gracias chicos! Ahora podemos vivir en un ambiente más saludable gracias a ustedes", dijo el duende del agua mientras les daba las gracias con una sonrisa.

Desde ese día, los niños visitaban regularmente el río para jugar con sus amigos fantásticos. Y siempre se aseguraban de mantenerlo limpio y seguro para ellos. La aventura de estos amigos enseñó la importancia de cuidar nuestro medio ambiente y proteger a todas las criaturas que viven en él.