El rescate en el picnic de Luis y Cristina


Había una vez en un hermoso puente de Madrid llamado Puente del Rey, vivían dos tortugas llamadas Luis y Cristina.

Luis era una tortuga aventurera y siempre estaba dispuesto a explorar nuevos lugares, mientras que Cristina era más tranquila y disfrutaba de la calma y la rutina. A pesar de sus diferencias, se amaban profundamente y llevaban 10 años juntos.

Un día, mientras paseaban por el Puente del Rey, recordaron con cariño aquel primer beso que se dieron en ese mismo lugar hace una década. Se miraron a los ojos con amor y decidieron celebrar su aniversario de una manera especial.

"Cristina, mi amor, ¿qué te parece si organizamos un picnic en el parque cerca del puente para recordar todos estos maravillosos años juntos?" -propuso Luis emocionado. Cristina sonrió con ternura y aceptó encantada la idea. Juntos recorrieron el parque buscando el lugar perfecto para disfrutar de su romántico picnic.

Mientras buscaban, escucharon unos gritos desesperados provenientes del lago cercano. Curiosos, se acercaron corriendo y vieron a un patito que parecía estar atrapado entre unas ramas. Sin dudarlo ni un segundo, Luis se lanzó al agua y con habilidad logró rescatar al patito.

"¡Gracias por salvarme! ¡Pensé que nunca saldría de ahí!" -exclamó el patito emocionado. Luis regresó triunfante junto a Cristina y el patito agradecido.

La pareja decidió invitar al pequeño patito a su picnic como muestra de gratitud por haberles alegrado ese día especial. Durante el picnic, compartieron risas, historias y momentos inolvidables junto al nuevo amigo plumífero.

El sol comenzaba a ponerse en el horizonte cuando el patito les contó sobre su familia que lo esperaba en otro lago no muy lejano. "¡Deberías volver con tu familia antes de que anochezca! Nos alegra haberte conocido", dijo Cristina con dulzura.

El patito asintió felizmente y les dio las gracias antes de emprender su viaje de regreso al lago junto a su familia. Luis y Cristina observaron cómo volaba hacia lo lejos hasta desaparecer entre los árboles del parque. "Fue un día inolvidable", susurró Cristina abrazando tiernamente a Luis.

Y así culminaron su aniversario lleno de aventuras, solidaridad y amor en el Puente del Rey, renovando sus votos eternos bajo la cálida luz del atardecer madrileño.

Desde entonces supieron que juntos podían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino porque su amor era tan fuerte como la corriente del río Manzanares bajo el puente donde todo comenzó.

Dirección del Cuentito copiada!