El rescate en equipo de Marilu y Merlina


juntas en el jardín del vecindario, disfrutando del sol de la tarde. Marilu era una gatita muy curiosa y aventurera, siempre buscando nuevas cosas que descubrir y explorar.

Merlina, por otro lado, era una lorita muy sabia y tranquila que había visto mucho en su vida. Un día, mientras paseaban por el jardín, Marilu notó algo extraño en un árbol cercano. "¡Mira Merlina! ¿Qué es eso?", preguntó Marilu señalando hacia el árbol.

Merlina se acercó para ver mejor y descubrió que había un pequeño pájaro atrapado entre las ramas. "Parece que está herido", dijo Merlina con preocupación. Marilu no dudó ni un segundo antes de trepar al árbol para intentar ayudar al pajarito.

Pero cuanto más intentaba liberarlo de las ramas, más se enredaba y se lastimaba el ala. "¡No puedo hacerlo sola!", exclamó Marilu frustrada.

En ese momento apareció Don Carlos, un anciano del vecindario que siempre estaba dispuesto a ayudar a los animales necesitados. "¿Necesitan ayuda chicas?", preguntó amablemente. Marilu le explicó la situación y Don Carlos rápidamente subió al árbol para liberar al pajarito. Con mucha paciencia y cuidado logró desenredarlo de las ramas sin lastimarlo más.

"Gracias Don Carlos", dijeron Marilu y Merlina emocionadas mientras veían volar al pequeño pajarito hacia la libertad. "Don Carlos, ¿cómo sabías hacer eso?", preguntó Merlina curiosa.

"Bueno, cuando uno vive tanto tiempo como yo, aprende muchas cosas", respondió Don Carlos sonriendo. "Pero lo más importante es saber cuándo pedir ayuda y trabajar en equipo". Marilu y Merlina entendieron la lección de Don Carlos y se dieron cuenta de que no siempre podían hacer todo solas.

A partir de ese día, aprendieron a pedir ayuda cuando la necesitaban y a trabajar juntas para resolver cualquier problema que se les presentara.

Y así, Marilu y Merlina siguieron explorando el vecindario con confianza y seguridad, sabiendo que siempre podrían contar con la ayuda del otro cuando fuera necesario.

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