El rescate helado



Había una vez en un hermoso campo helado, vivía una familia muy especial. Estaba formada por Perro Resfrío, Campo Hielo y su papá, Papá.

Perro Resfrío era un perrito de pelaje blanco y esponjoso que siempre llevaba consigo un pañuelo para secarse la nariz. Le encantaba jugar en la nieve y explorar el campo helado junto a sus amigos animales. Campo Hielo era una gatita gris con ojos azules brillantes.

Era muy curiosa y siempre estaba dispuesta a descubrir cosas nuevas en el campo helado. A ella le gustaba saltar entre los árboles cubiertos de nieve y perseguir copos que caían del cielo. Papá era un oso polar muy grande y fuerte.

Cuidaba de Perro Resfrío y Campo Hielo con mucho amor. Siempre les enseñaba lecciones importantes sobre cómo sobrevivir en el frío invierno. Un día, mientras jugaban cerca del río congelado, Papá resbaló y cayó al agua fría.

Perro Resfrío y Campo Hielo se asustaron mucho al ver a su papá luchando por salir del río congelado. "¡Papá! ¡Tenemos que ayudarlo!" -gritó Perro Resfrío angustiado.

Campo Hielo rápidamente buscó una cuerda que había quedado atrapada entre las ramas de un árbol cercano. Juntos, tiraron de la cuerda hacia su papá hasta lograr sacarlo del agua helada. "Gracias mis queridos hijos", dijo Papá mientras tosía y temblaba por el frío. Perro Resfrío y Campo Hielo se preocuparon mucho por su papá.

Sabían que necesitaban llevarlo a un lugar cálido para recuperarse. "¡Vamos a la cueva de los osos polares!" -sugirió Perro Resfrío. Los tres corrieron hacia la cueva, donde Papá pudo calentarse y descansar.

Pero al día siguiente, Papá seguía sintiéndose débil y enfermo. "No te preocupes, Papá. Vamos a cuidarte hasta que te sientas mejor", dijo Campo Hielo con ternura. Perro Resfrío recordó una antigua leyenda que había escuchado sobre las plantas curativas del bosque helado.

Se puso en marcha junto a Campo Hielo en busca de estas plantas mágicas que podrían ayudar a su papá a sanar.

Después de caminar durante horas entre la nieve, encontraron un pequeño arbusto con hojas brillantes de color azul. Era la planta curativa que estaban buscando. Rápidamente recolectaron algunas hojas y regresaron a la cueva con esperanza en sus corazones.

Con mucho cuidado, prepararon una infusión caliente con las hojas mágicas y se lo dieron a su papá para beber. Poco a poco, Papá comenzó a sentirse mejor mientras el calor recorría su cuerpo enfriado. Días después, Papá estaba completamente recuperado gracias al amor y dedicación de sus hijos Perro Resfrío y Campo Hielo.

"Estoy muy orgulloso de ustedes dos", dijo Papá emocionado. "Han demostrado ser valientes y nunca abandonar a sus seres queridos. Gracias por cuidarme". Perro Resfrío y Campo Hielo sonrieron con alegría.

Habían aprendido una lección muy importante: el amor y la determinación pueden superar cualquier obstáculo, incluso en los momentos más difíciles.

Desde aquel día, Perro Resfrío, Campo Hielo y su papá vivieron felices en el campo helado, compartiendo aventuras juntos y recordando siempre el poder del amor incondicional.

FIN.

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