El rescate submarino de Leo



Había una vez un león llamado Leo que vivía cerca de las cataratas de Iguazú. Él era un león muy curioso y aventurero, siempre estaba explorando nuevos lugares en la selva.

Un día, mientras caminaba por la orilla del río, Leo se resbaló y cayó al agua. El fuerte caudal lo arrastró hasta una cueva subterránea donde quedó atrapado. Por suerte, un niño llamado Marquitos estaba pescando con su papá Martin cerca de allí.

Cuando escucharon los rugidos desesperados del león, corrieron a investigar qué había sucedido. "-¡Papá! ¡Mira ese león! ¡Está atrapado en esa cueva!", exclamó Marquitos señalando hacia la entrada. "-Tenemos que hacer algo para ayudarlo", dijo Martin preocupado.

Después de pensar durante unos minutos, Martin tuvo una idea brillante: construirían un submarino para llegar hasta el lugar donde estaba atrapado el león. Marquitos se emocionó mucho cuando su papá le explicó cómo sería el submarino y juntos comenzaron a trabajar en él.

Se aseguraron de que estuviera bien sellado y resistente al agua para poder soportar la presión del río. Finalmente, después de varios días trabajando incansablemente, lograron terminar el submarino.

Con mucha emoción y nerviosismo, se adentraron en las profundidades del río hacia la cueva subterránea donde Leo estaba atrapado. Cuando llegaron al lugar donde estaba Leo, vieron que estaba muy asustado y no podía salir por sí solo.

Marquitos y su papá utilizaron una cuerda para sujetar al león y sacarlo de la cueva. "-¡Lo logramos! ¡Salvamos a Leo!", exclamó Marquitos emocionado mientras abrazaba al león. Después de ese día, Marquitos y Leo se convirtieron en grandes amigos.

El león aprendió mucho sobre el valor de la amistad y la importancia de no aventurarse demasiado en lugares peligrosos. Y Marquitos aprendió que con un poco de ingenio y esfuerzo, podía hacer cosas increíbles.

Desde entonces, Martin y su hijo siguieron construyendo submarinos para ayudar a otros animales en peligro en la selva. Y así, se convirtieron en héroes para todos los habitantes del bosque.

FIN.

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