El Reto Deportivo de Juanito
Había una vez un niño llamado Juanito, que vivía en un barrio tranquilo de Buenos Aires. Siempre se lo veía corriendo, saltando y jugando al fútbol con su perro, Goloso. Juanito era muy activo y amaba el deporte. Un día, mientras jugaba en el parque, se dio cuenta de que sus amigos, Lucho, Mica y Sofía, preferían quedarse en casa jugando videojuegos.
"- Chicos, ¿por qué no vienen a jugar al fútbol? Es muy divertido!", les dijo Juanito, mientras hacía malabares con el balón.
"- Nah, Juanito. Es mucho más cómodo quedarnos en casa. Además, en el fútbol siempre me quedo afuera. No sé jugar bien", respondió Lucho, mirando la pantalla de su consola.
Mica y Sofía asintieron con la cabeza, sin quitardel ojo el último nivel de su juego. Juanito, entusiasmado, decidió que era hora de hacer un cambio. Ingenioso como era, se le ocurrió una idea.
"- ¡Vamos a hacer un torneo de deportes!", propuso Juanito, haciendo un gesto con las manos como si estuviera levantando un trofeo imaginario. "Podemos jugar al fútbol, al básquet, hacer carreras y más. ¡El que gane se llevará este trofeo que hice con una caja de galletitas!"
Los ojos de sus amigos se iluminaron al escuchar sobre el trofeo. Aunque no estaban del todo convencidos, la idea del torneo les pareció más interesante que jugar videojuegos. "- Bueno, podemos intentarlo", aceptó Sofía, un poco dudosa pero intrigada.
Pasaron unos días organizando el torneo e invitando a más amigos. Juanito les enseñaba las reglas y le daba consejos sobre cómo mejorar. A medida que se acercaba el día del torneo, sus amigos comenzaron a animarse más. Se fueron dando cuenta de que se estaban divirtiendo mientras hacían ejercicio.
El día del torneo llegó, y el parque estaba lleno de risas y gritos de emoción. Lucho estaba sorprendido de lo bien que se sentía corriendo y de lo que disfrutaba jugar al fútbol con sus amigos.
Después de varias competiciones, era el turno de la carrera final. Mica y Sofía se habían preparado y corrían más rápido que nunca. Pero cuando viraron en la última esquina, Mica tropezó y cayó al suelo sin poder evitarlo. Juanito, que estaba cerca, se detuvo de inmediato y la ayudó a levantarse.
"- No te preocupes, Mica. ¡Lo importante es que estamos todos juntos y nos estamos divirtiendo!", le dijo Juanito, mientras la animaba a seguir corriendo.
El apoyo de Juanito hizo que Mica se sintiera mejor, y comenzaron a correr juntos hacia la meta. Finalmente, todos cruzaron la línea de llegada riendo y animándose unos a otros.
Cuando llegó la hora de entregar el trofeo, Juanito sorprendió a todos. "- Este trofeo no es solo para el que ganó la carrera. ¡Es para todos ustedes por haber participado!", dijo, levantando la caja de galletitas reciclada. "Esto es lo que significa el deporte: atención, esfuerzo y, sobre todo, la alegría de compartir con amigos".
Ese día, Lucho, Mica y Sofía comprendieron que el deporte no solo se trataba de ganar, sino de divertirse y llevarse momentos memorables juntos. Desde entonces, los cuatro amigos se comprometieron a entrenar y jugar juntos todos los fines de semana, explorando diferentes deportes y disfrutando de su tiempo juntos en el parque.
Juanito sonrió al ver que sus amigos finalmente habían encontrado la alegría del deporte. Y así, en el barrio, empezaron a ser conocidos como el 'Equipo de los Sorpresores', porque siempre sorprendían a otros con sus aventuras deportivas. Después de todo, lo que realmente ganaron fue la amistad y la diversión. Y eso era el verdadero trofeo de todos.
FIN.