El rey de los amigos animales
Había una vez un rey muy especial llamado Federico, que vivía en un hermoso castillo en el campo. Aunque era un rey, no le gustaba la idea de tener súbditos y prefería pasar su tiempo libre con los animales.
Un día, mientras paseaba por los jardines del castillo, se encontró con una vaca llamada Margarita. Ella era muy amigable y siempre estaba dispuesta a conversar. "¡Hola, Margarita! ¿Cómo estás hoy?"- saludó el rey Federico.
"¡Hola, majestad! Estoy muy bien gracias. ¿Y usted?"- respondió la vaca con alegría. El rey Federico sonrió y continuó caminando hasta llegar al lago del castillo. Allí vio a una mariposa revoloteando entre las flores.
"¡Hola, bonita mariposa! ¿Qué haces por aquí?"- preguntó curioso el rey. La mariposa se posó en el hombro del rey y le susurró al oído: "Estoy buscando aventuras y lugares llenos de color".
El rey quedó fascinado por la valentía de la pequeña mariposa e invitó a todos los animales del castillo a una gran reunión para planificar una excursión emocionante. Al día siguiente, llegaron al castillo un perro llamado Toby, una gallina llamada Carmela y un cerdo llamado Benito.
Cada uno tenía algo especial que ofrecer para hacer de esta aventura algo inolvidable. "¡Buenos días! Hoy vamos a explorar el bosque encantado"- anunció el rey Federico con entusiasmo. Los animales estaban emocionados y se adentraron en el bosque.
Pronto, descubrieron un camino lleno de arbustos espinosos que les impedía avanzar. "¡Oh no! ¿Cómo cruzaremos este camino?"- preguntó Toby preocupado.
Fue entonces cuando la gallina Carmela tuvo una idea brillante: "¡Yo puedo volar sobre los arbustos y encontrar otro camino para llegar al otro lado!"- exclamó. La gallina desplegó sus alas y voló por encima de los arbustos, encontrando un camino seguro para todos. Así, lograron superar el primer obstáculo juntos.
Más adelante, se encontraron con un río ancho y caudaloso.
Parecía imposible cruzarlo sin mojarse hasta que Benito el cerdo propuso algo sorprendente: "¡Yo puedo nadar hasta el otro lado y llevarlos a todos agarrados de mi espalda!"-Todos subieron al lomo del cerdo mientras él nadaba con fuerza hacia la otra orilla. Fue una experiencia emocionante pero lograron llegar sanos y salvos al otro lado del río gracias a Benito.
Finalmente, llegaron a un claro donde había un tesoro escondido en medio de una cueva oscura. El rey Federico sabía que solo podían acceder al tesoro trabajando en equipo. "Margot, ilumina el camino con tus destellos mágicos"- pidió Federico a la mariposa.
La mariposa revoloteó por toda la cueva, dejando su brillo mágico en cada rincón y permitiendo que todos pudieran ver claramente. Juntos, trabajaron en equipo para mover las rocas y abrir el cofre del tesoro. Dentro encontraron una carta que decía: "El verdadero tesoro está en la amistad y la valentía".
Todos se abrazaron emocionados, sabiendo que habían aprendido lecciones importantes durante su aventura juntos. Regresaron al castillo como grandes amigos, recordando siempre lo valioso que es trabajar en equipo y ayudarse mutuamente.
Desde entonces, el rey Federico y sus fieles amigos animales siguieron teniendo muchas otras aventuras llenas de diversión y aprendizaje. Y así, vivieron felices para siempre. Fin.
FIN.