El Rey, el Lobo y la Compasión


En un reino lejano, gobernado por un rey sabio y bondadoso, habitaba un lobo solitario llamado Mateo. Un día, el rey decidió visitar el bosque donde vivía Mateo para conocerlo y aprender sobre la vida de los lobos. Al encontrarse, el rey y Mateo entablaron una conversación sobre la importancia de la mesura y la compasión.

- Buenas tardes, Mateo. Soy el Rey Santiago y he venido a aprender de ti - dijo el rey con amabilidad.

- Buenas tardes, Majestad. Estoy sorprendido de tu visita. ¿En qué puedo ayudarte? - respondió Mateo con respeto.

El rey y Mateo caminaron juntos por el bosque, compartiendo sus experiencias y conocimientos. El rey quedó impresionado por la sabiduría y la compasión de Mateo hacia su manada y otros animales del bosque. Sin embargo, el rey también notó que Mateo a veces se dejaba llevar por sus instintos y actuaba con impulsividad.

- Mateo, he visto cómo cuidas de tu manada y cómo compartes los recursos del bosque. Eso es admirable, pero me preocupa tu falta de mesura en ciertas situaciones. La compasión debe ir de la mano con la mesura para evitar dañar a otros seres vivos - señaló el rey con sinceridad.

- Majestad, entiendo tus palabras. A veces mis instintos me impulsan a actuar de cierta manera, pero prometo esforzarme por ser más mesurado en el futuro - prometió Mateo con humildad.

A medida que el rey y Mateo continuaron conversando, se forjó un fuerte vínculo de amistad y respeto mutuo. El rey compartió con Mateo historias sobre la importancia de la compasión y la mesura en la toma de decisiones, mientras que Mateo le enseñó al rey sobre la armonía en la naturaleza y el valor de la empatía.

Con el tiempo, el rey y Mateo se convirtieron en defensores de la compasión y la mesura en todo el reino. Juntos, promovieron la importancia de pensar antes de actuar y considerar los sentimientos de los demás, tanto en el reino como en el bosque.

Y así, la amistad entre un rey y un lobo demostró que la compasión y la mesura no conocen fronteras, y que todos, sin importar su origen, pueden aprender unos de otros para hacer del mundo un lugar mejor.

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