El Rey Papa en el Bosque Encantado
Había una vez un rey llamado Papa, que era conocido en todo su reino por ser muy sabio y justo. Un día, decidió dar un paseo por el bosque encantado que bordeaba su castillo. Era un lugar lleno de árboles altos y frondosos, flores de colores brillantes y criaturas mágicas.
Mientras caminaba, el rey Papa escuchó una melodía suave que provenía de un claro. Nunca había oído algo tan hermoso, así que decidió acercarse. Al llegar, se encontró con un grupo de animales que bailaban alrededor de un gran árbol con hojas doradas.
"¡Hola, Rey Papa!" - exclamó un conejo con un sombrero de copa. "Te estábamos esperando. Este árbol es especial y tiene el poder de conceder un deseo a quien demuestre ser un verdadero amigo de la naturaleza."
El rey se sintió intrigado y se unió a los animales en su baile. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no todos en el bosque estaban contentos. Un búho anciano se acercó y le dijo: "Rey Papa, hay un problema. La fuente mágica que da vida a este bosque se está secando por culpa de la contaminación que viene de la ciudad. Sin agua, nuestro hogar se marchitará."
El rey Papa se preocupó al escuchar esto y decidió que debía hacer algo. "¿Cómo puedo ayudar?" - preguntó.
El conejo, tomando la delantera, dijo: "Debemos organizar una gran fiesta y así, atraer a las personas de la ciudad para que aprendan a cuidar de la naturaleza. Si ven la belleza de este bosque, quizás quieran protegerlo."
El rey Papa asintió con entusiasmo. "¡Esa es una gran idea! Vamos a preparar la mejor fiesta que este bosque haya visto."
Los animales se pusieron manos a la obra: los pájaros decoraban con flores, las ardillas traían nueces y frutas, y los ciervos construían un gran escenario con ramas. Todos trabajaban juntos con alegría, y pronto, la invitación fue enviada a todos los habitantes de la ciudad.
El día de la fiesta, el bosque estaba lleno de risas y música. Los humanos llegaron curioseando, y pudieron ver el esplendor del lugar, colmado de colores y vida. El rey Papa subió al escenario y dijo: "Queridos amigos, este lugar necesita de nuestra ayuda. Debemos cuidar de la naturaleza y aprender a vivir en armonía con ella."
Al escuchar eso, una niña del público levantó la mano y preguntó: "¿Cómo podemos ayudar, Rey Papa?"
"Podemos empezar por dejar de tirar basura, plantar más árboles y enseñar a otros sobre la importancia de cuidar el medio ambiente," - respondió el rey.
Muchos de los invitados sintieron una chispa en sus corazones y, emocionados, prometieron hacer un cambio.
Con el compromiso de todos, el rey Papa y los animales del bosque se sintieron esperanzados. Juntos comenzaron a trabajar en nuevas iniciativas para revitalizar el bosque, incluyendo jornadas de limpieza y plantación de árboles.
Poco a poco, la fuente mágica comenzó a brotar agua de nuevo, y el bosque resplandecía más que nunca. Los animales estaban felices y agradecidos, y el rey Papa se convirtió en un héroe en el corazón de todos.
Así, el rey Papa regresó a su castillo sabiendo que había hecho una diferencia. Había mostrado que todos, sin importar cuán grandes o pequeños fueran, podían unirse y cuidar de su hogar. Y desde aquel día, el bosque encantado no solo fue un lugar de magia, sino también de aprendizaje, amor y respeto por la naturaleza.
FIN.