El rey que aprendió a escuchar



Había una vez un rey llamado Eun, que era conocido por ser vanidoso y creerse el más inteligente de todos. Un día, unos astutos estafadores llegaron al reino y se hicieron pasar por los mejores sastres del mundo.

Estos estafadores le dijeron al rey que eran capaces de hacerle un traje especial, uno que solo las personas inteligentes podían ver.

El rey, fascinado con la idea de tener una prenda única en su guardarropa, les dio todo el oro que quisieran para comenzar a trabajar en el traje invisible. Los días pasaron y los estafadores fingieron coser y tejer el supuesto traje invisible. Ellos hacían como si trabajaran arduamente, pero en realidad no tejían nada en absoluto.

Sin embargo, cada vez que el rey les preguntaba sobre el progreso del traje, ellos respondían: "¡Oh majestad! Este es un trabajo tan fino y delicado que solo puede ser visto por los más inteligentes".

El día de la gran presentación finalmente llegó. Los estafadores entregaron al rey una percha vacía y le pidieron amablemente que se desvistiera para ponerse su nuevo traje invisible. El rey estaba emocionado por mostrar su supuesta inteligencia ante su pueblo.

Desnudo como estaba, caminó frente a sus súbditos mientras estos aplaudían y sonreían falsamente.

Pero entonces algo inesperado ocurrió: un niño pequeño señaló hacia el rey desnudo y exclamó: "¡Miren! ¡El rey está desnudo!"La multitud quedó atónita ante las palabras del niño, pero poco a poco comenzaron a murmurar y a reírse. El rey se dio cuenta de que había sido engañado y que los estafadores solo querían aprovecharse de su vanidad.

En ese momento, el rey sintió vergüenza y tristeza por haber creído en las mentiras de los estafadores. Sin embargo, en lugar de enfadarse o castigar al niño, decidió aprender una valiosa lección.

El rey se acercó al niño y le dijo: "Mi pequeño amigo, gracias por abrirme los ojos. Me he dado cuenta de que la verdadera inteligencia no se encuentra en la apariencia o en lo que otros dicen sobre nosotros.

La verdadera inteligencia radica en ser honestos con uno mismo y con los demás". A partir de ese día, el rey Eun cambió su actitud hacia sus súbditos. Comenzó a escuchar sus opiniones y preocupaciones, buscando siempre mejorar su reinado para el bienestar de todos.

Y así, el cuento del rey Eun se convirtió en una historia inspiradora para niños y adultos por igual.

Nos enseña que la verdadera sabiduría no está en aparentar algo que no somos, sino en valorarnos tal como somos y ser auténticos con aquellos que nos rodean. Desde entonces, el reino del rey Eun prosperó gracias a su humildad y sinceridad. Y todos vivieron felices bajo un gobierno basado en la honestidad y el respeto mutuo.

FIN.

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