El río Brillante y las plantas mágicas
Había una vez en un hermoso pueblo llamado Arcoiris, donde todos sus habitantes vivían felices y contentos. En este lugar, el río Brillante era la principal fuente de agua para todos: los animales, las plantas y las personas.
Un día, la malvada Bruja Basura decidió tirar toda su basura en el río Brillante sin importarle las consecuencias. Botellas de plástico, bolsas, latas y todo tipo de desechos contaminaron el agua cristalina del río.
Los peces ya no podían nadar libremente y las plantas se marchitaban poco a poco. Los habitantes del pueblo notaron que algo extraño estaba sucediendo con el río. El agua ya no era transparente y comenzaba a oler muy mal.
La señora Rosa, una anciana sabia del pueblo, les explicó a todos lo que ocurría: "La contaminación está dañando nuestro querido río Brillante. Si no hacemos algo pronto, todas las criaturas que viven en él se verán afectadas".
Los niños del pueblo se pusieron manos a la obra y decidieron buscar una solución para salvar al río Brillante. Con ayuda de la señora Rosa, organizaron una gran limpieza para sacar toda la basura del agua.
Mientras limpiaban el río, descubrieron que algunos peces estaban enfermos debido a la contaminación. Uno de ellos era Pececito Azul, un pez pequeñito pero valiente que siempre había sido el más rápido nadando.
"¡Oh no! ¿Qué le pasa a Pececito Azul?" -exclamó Valentina preocupada. "Creo que ha enfermado por culpa de la basura en el agua", respondió Juanito. "¡Debemos ayudarlo! ¡No podemos dejar que nuestros amigos los peces sufran por nuestra culpa!" -dijo Sofía con determinación.
Los niños pidieron consejo nuevamente a la señora Rosa sobre cómo podrían curar a Pececito Azul y detener la contaminación del río. Ella les contó sobre unas plantas mágicas llamadas Limpia Aguas que crecían en lo más profundo del bosque encantado.
Sin dudarlo ni un segundo, los valientes niños emprendieron un viaje hacia el bosque encantado en busca de las plantas mágicas. Superaron obstáculos como árboles gigantes y arroyos peligrosos hasta llegar al claro donde crecían las Limpia Aguas.
Con mucho cuidado recolectaron las plantas mágicas y regresaron al pueblo rápidamente. Prepararon una poción especial con ellas y alimentaron a Pececito Azul con ella.
Para sorpresa de todos, el pez empezó a recuperarse poco a poco gracias al poder curativo de las Limpia Aguas. Llenos de alegría por haber salvado a su amigo pez y conscientes de la importancia de cuidar el medio ambiente, los niños regresaron al río Brillante para seguir limpiándolo junto con todos los habitantes del pueblo.
Gracias al esfuerzo conjunto de grandes y chicos, lograron devolverle la pureza al agua del río Brillante y asegurarse de mantenerlo limpio para siempre.
Y así termina esta historia donde aprendimos lo importante que es cuidar nuestro entorno natural y trabajar juntos para protegerlo contra cualquier amenaza como la contaminación del agua. ¡Recuerda siempre ser como los valientes niños de Arcoiris: protectores incansables de nuestro planeta!
FIN.