El río limpio
Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de montañas, un hermoso río donde vivían muchos peces felices. El agua era cristalina y el ambiente era tranquilo y limpio.
En verano, llegaba mucha gente de vacaciones al pueblo para disfrutar del río. Los niños se bañaban en sus aguas frescas, los adultos pescaban y todos se divertían bajo el sol.
Pero con el paso del tiempo, más y más personas visitaban el río sin pensar en las consecuencias de sus acciones. La basura comenzó a acumularse: botellas de plástico, latas vacías y bolsas flotando en el agua. Los peces ya no podían nadar libremente ni respirar correctamente debido a la contaminación.
Un grupo de amigos llamados Tomás, Sofía y Martín eran conscientes del problema. Decidieron hacer algo al respecto para salvar a los peces que tanto amaban. Investigaron sobre cómo ayudar al medio ambiente y descubrieron la importancia del reciclaje.
Los tres amigos comenzaron a recolectar toda la basura que encontraban cerca del río. Usaron guantes protectores y bolsas resistentes para evitar lastimarse mientras limpiaban. Además, aprendieron sobre qué objetos se podían reciclar y cuáles debían desecharse adecuadamente.
Un día, mientras estaban limpiando las orillas del río, encontraron una botella vieja muy especial. Dentro había un mensaje escrito por alguien que vivía lejos de allí: "Ayúdennos a cuidar nuestro planeta".
Esto les dio aún más motivación para seguir adelante con su misión. Los niños organizaron una campaña de concientización en el pueblo. Repartieron folletos informativos sobre la importancia del reciclaje y dieron charlas en la escuela para enseñar a otros niños cómo cuidar el medio ambiente.
Poco a poco, las personas comenzaron a entender la importancia de mantener limpio el río. Las familias dejaron de arrojar basura al agua y empezaron a reagarrarla. También se instalaron contenedores adecuados para separar los diferentes tipos de residuos.
Con el tiempo, el río volvió a ser un lugar hermoso y saludable para los peces. El agua cristalina regresó y los peces nadaban felices nuevamente.
Un día, mientras Tomás, Sofía y Martín estaban pescando juntos, un pez muy especial saltó fuera del agua y les habló: "¡Gracias por haber salvado nuestro hogar! Ahora podemos vivir tranquilos gracias a ustedes". Los tres amigos sonrieron con alegría al escuchar las palabras del pez.
Sabían que su esfuerzo había valido la pena y que habían hecho una diferencia en el mundo. Desde ese día, Tomás, Sofía y Martín siguieron promoviendo la importancia del reciclaje no solo en su pueblo sino también en otras comunidades cercanas.
Su historia se hizo conocida en todo el país como ejemplo de cómo pequeñas acciones pueden tener un gran impacto. Y así, gracias al amor por los peces, al río y al medio ambiente, estos valientes amigos lograron cambiar las cosas para mejor.
Aprendimos que todos podemos marcar la diferencia si nos comprometemos a cuidar nuestro planeta ¡y eso es algo realmente maravilloso!
FIN.