El Río Tunjuelito y los Guardianes del Agua
En el hermoso barrio de Fátima, había un río llamado Tunjuelito, cuyas aguas solían brillar como diamantes.
Sin embargo, un día, mientras paseaba con su mascota, el niño Lucas observó cómo un grupo de personas arrojaba bolsas de basura en sus orillas. "¡Oigan! No se puede tratar al río así!"- gritó, sintiendo que su corazón se encogía. Inspirado por la belleza que una vez tuvo el río, Lucas reunió a sus amigos y se convirtieron en los Guardianes del Agua.
"Si todos nos unimos, podremos hacer algo para limpiar el Tunjuelito"-, dijo Ana, la más entusiasta del grupo. El equipo se puso en marcha, recogiendo basura y creando carteles sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
Con
el tiempo, el esfuerzo de los pequeños habitantes de Fátima comenzó a dar frutos. La gente empezó a unirse a la causa, y el Tunjuelito pronto comenzó a volver a lucir más limpio.
En uno de sus días de limpieza, un anciano se acercó y les dijo "Gracias, chicos. Antes era el río más hermoso de la zona. Ahora, con su ayuda, puede volver a serlo"-.
Con una sonrisa, Lucas miró a sus amigos y se dio cuenta de que pequeños actos podían tener un gran impacto; juntos, habían inspirado a su comunidad a cuidar lo que tanto amaban, convirtiendo el Tunjuelito en un símbolo de unidad y respeto por la naturaleza.
FIN.