El ritmo de Idania
Había una vez una niña llamada Idania, que era muy sonriente y siempre estaba llena de energía. Desde que era pequeña, le encantaba explorar todo a su alrededor y descubrir nuevas cosas.
Pero lo que más le gustaba hacer era golpear objetos para crear música. Un día, mientras jugaba en el parque, Idania encontró un palo largo y delgado tirado en el suelo.
Sin pensarlo dos veces, comenzó a golpearlo contra diferentes superficies: los árboles, las piedras e incluso los bancos del parque. Cada golpe producía un sonido diferente y eso la emocionaba mucho. Mientras tanto, en el otro extremo del parque, se encontraba Don Gregorio, un anciano amante de la música.
Él solía tocar la guitarra en el parque todas las tardes y siempre esperaba tener compañía para compartir su pasión por la música. Un día como cualquier otro, Don Gregorio escuchó unos ruidos extraños provenientes del otro lado del parque.
Decidió investigar de dónde venían esos sonidos tan singulares y se encontró con Idania golpeando el palo contra todo lo que encontraba.
- ¡Hola! - exclamó Idania con una gran sonrisa en su rostro - ¿Te gusta mi música? Don Gregorio quedó sorprendido por la creatividad de la niña y respondió:- ¡Por supuesto! Nunca había escuchado algo así antes. Eres muy talentosa.
Idania saltó de alegría al escuchar esas palabras y rápidamente invitó a Don Gregorio a unirse a ella en su aventura musical. Juntos recorrieron el parque, golpeando diferentes objetos y creando melodías únicas. Poco a poco, la fama de Idania como "la niña de la música" se fue extendiendo por toda la ciudad.
Las personas comenzaron a acudir al parque solo para escucharla tocar. Incluso algunos músicos profesionales quedaban asombrados por su habilidad innata para crear música con cualquier objeto que tuviera a su alcance.
Un día, mientras Idania y Don Gregorio estaban tocando en el parque, un reconocido director de orquesta los escuchó y quedó impresionado por su talento. Decidió ofrecerles una oportunidad única: tocar junto a una gran orquesta en un concierto especial. Idania no podía creer lo que estaba pasando.
Estaba emocionada y nerviosa al mismo tiempo. Pero con la ayuda de Don Gregorio y su amor por la música, logró superar sus miedos y dar lo mejor de sí misma en el concierto.
El público quedó maravillado con las habilidades musicales de Idania y Don Gregorio. Fue un concierto inolvidable que dejó a todos boquiabiertos. A partir de ese día, Idania se convirtió en una inspiración para muchos niños que descubrieron su propio talento musical.
Desde entonces, Idania continuó explorando el mundo musical y compartiendo su pasión con otros niños. Se convirtió en una maestra de música muy querida en su comunidad e incluso escribió canciones propias que fueron interpretadas por famosos artistas.
La historia de Idania nos enseña que no importa cuán pequeños o jóvenes seamos, siempre podemos encontrar nuestra pasión y compartirla con el mundo. Solo necesitamos explorar, experimentar y nunca dejar de sonreír mientras lo hacemos.
FIN.