El Roble y el Columpio



Había una vez en un hermoso parque, un viejo árbol llamado Don Roble y un columpio de madera llamado Columpito.

Don Roble era el árbol más grande y antiguo del parque, mientras que Columpito era el columpio favorito de todos los niños que iban a jugar. Desde hacía mucho tiempo, Don Roble y Columpito se miraban desde lejos con curiosidad. El árbol siempre estaba quieto, observando cómo los niños se divertían en el columpio.

Y Columpito se mecía suavemente con el viento, admirando la majestuosidad de Don Roble. Un día, una fuerte tormenta azotó el parque y causó daños en varios árboles, incluido Don Roble.

Sus ramas más grandes se rompieron y parecía que no podría recuperarse. Los niños estaban tristes al ver al viejo árbol tan malherido. "¡Oh no! ¿Qué le pasó a nuestro amigo Don Roble?", exclamó Columpito preocupado.

El columpio decidió acercarse al árbol para consolarlo y ofrecerle apoyo en esos momentos difíciles. A pesar de sus diferencias, nació una amistad especial entre ambos.

Columpito contaba historias divertidas a Don Roble para animarlo, mientras que el árbol protegía al columpio del sol con su sombra durante las horas más calurosas del día. Con el paso del tiempo, Don Roble comenzó a sanar gracias al cariño y compañía de su nuevo amigo. Sus ramas volvieron a crecer más fuertes que nunca antes, demostrando que juntos podían superar cualquier adversidad.

Los niños del parque notaron la conexión entre el árbol y el columpio, y empezaron a visitarlos aún más seguido para jugar cerca de ellos.

La historia de amistad entre un árbol y un columpio se convirtió en leyenda en aquel lugar. Y así, Don Roble y Columpito demostraron que la verdadera amistad puede surgir en los lugares menos esperados, enseñando a todos que juntos podemos ser más fuertes e inspirarnos unos a otros para crecer cada día mejor.

Y aunque eran diferentes en muchos aspectos, encontraron la manera perfecta de complementarse y llenarse mutuamente de amor y alegría.

Y colorín colorado este cuento ha terminado pero la amistad entre un árbol y un columpio seguirá creciendo por siempre jamás.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!