El robot calienta corazones
En una fría mañana de invierno, Sofía se despertó emocionada porque era su cumpleaños. Corrió hacia la cocina, donde su mamá le había preparado un delicioso desayuno. -¡Feliz cumpleaños, mi amor! -dijo su mamá con una sonrisa.
Sofía abrió sus regalos y encontró una hermosa muñeca y un juego de mesa. Pero lo que más le llamó la atención fue una caja misteriosa en la esquina de la habitación. Al abrirla, descubrió un robot con forma de oso.
-¡Wow, es increíble! -exclamó Sofía emocionada. Su mamá le explicó que el robot tenía la capacidad de calentar cualquier ambiente. Después de jugar un rato con sus regalos, Sofía decidió llevar al robot a su cuarto, que siempre estaba frío en invierno.
Al enchufarlo, el robot comenzó a moverse y a calentar la habitación con su suave calor. Esa noche, Sofía y el robot jugaron y rieron juntos.
Al día siguiente, Sofía decidió llevar al robot a su escuela, donde muchos niños pasaban frío en el aula. El robot calentó el salón y todos los niños pudieron disfrutar de sus clases sin temblar de frío.
Poco a poco, el robot se convirtió en el héroe de la escuela, calentando los corazones de todos con su amor y amistad. Sofía aprendió el valor de compartir y ayudar a los demás, y el robot descubrió el poder de la amistad y la alegría de hacer felices a los demás.
Juntos, enseñaron que siempre hay una forma de hacer una diferencia en el mundo, por pequeña que sea.
Y así, el robot calentó no solo los cuerpos, sino también los corazones de todos en la escuela, demostrando que la amistad y el cariño pueden cambiar el mundo, incluso en los días más fríos.
FIN.