El robot de Tomás



Tomas era un chico muy curioso y siempre estaba buscando cosas nuevas que aprender. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, vio a un grupo de niños construyendo robots.

- ¡Miren! -exclamó Tomas- ¿Qué están haciendo esos chicos? - Están construyendo robots -respondió uno de sus amigos. Tomas se acercó al grupo y comenzó a observarlos detalladamente. Quedó fascinado por la cantidad de piezas y componentes que utilizaban para armar los robots.

- ¿Puedo ayudarlos? -preguntó Tomas emocionado. Los niños aceptaron encantados la ayuda de Tomas, quien rápidamente demostró su habilidad para la robótica. Juntos crearon un robot increíble que podía moverse y hacer sonidos divertidos.

Desde ese día, Tomas no pudo dejar de pensar en los robots. Se dedicaba todas las tardes después del colegio a investigar sobre nuevos modelos y diseños en internet.

También comenzó a ahorrar todo su dinero para comprar más piezas y herramientas para construir sus propios robots. Un día, mientras caminaba por la calle cerca de su casa, vio una tienda de electrónica con grandes descuentos en todas las herramientas necesarias para construir robots.

Sin pensarlo dos veces, entró corriendo a la tienda y compró todo lo que necesitaba con el dinero que había ahorrado durante meses. Una vez en casa, Tomas se puso manos a la obra. Pasaron horas enteras sin darse cuenta del tiempo construyendo su primer robot completamente solo.

Fue difícil al principio pero luego fue tomando forma hasta convertirse en algo espectacular: un pequeño robot con luces y sonidos que podía moverse en diferentes direcciones. - ¡Lo logré! -exclamó Tomas emocionado al ver su robot funcionando perfectamente.

Tomas estaba tan orgulloso de sí mismo que decidió mostrarle su robot a todos sus amigos. Cuando llegaron, se quedaron boquiabiertos al ver lo que había creado.

- ¡Es increíble! -dijo uno de sus amigos- ¿Cómo lo hiciste? - Con mucho esfuerzo y dedicación -respondió Tomas con una gran sonrisa en su rostro. Desde ese día, Tomas se convirtió en un experto en robótica. Continuó construyendo nuevos robots y participando en competencias donde mostraba sus habilidades.

Se dio cuenta de que cuando uno tiene pasión por algo, puede lograr todo lo que se proponga si trabaja duro y persevera. Y así fue como Tomas aprendió la importancia del esfuerzo y la dedicación para alcanzar sus sueños.

FIN.

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