El Romance Celestial de Sol y Luna
En lo más alto del cielo, brillaba una estrella llamada Estrellita. Ella era curiosa y siempre estaba en busca de aventuras nuevas que la hicieran sentir emocionada.
Una noche, mientras viajaba por el firmamento, una tormenta sorprendió a Estrellita y la obligó a descender a la Tierra. Al caer del cielo, Estrellita se encontró en un bosque misterioso iluminado por destellos de relámpagos.
La lluvia caía con fuerza y ella buscaba refugio entre los árboles cuando algo brillante captó su atención: ¡un antiguo casete reposaba en medio del camino! Sin saber qué era, Estrellita decidió llevarlo consigo para descubrir su secreto. Mientras caminaba bajo la lluvia, Estrellita escuchó una melodía triste proveniente del casete.
Intrigada, decidió reproducirlo y de pronto las notas musicales llenaron el bosque con una hermosa canción. Al escucharla atentamente, Estrellita sintió que cada nota le contaba una historia de amor y separación.
De repente, una voz cálida resonó a su alrededor: "- ¿Quién eres tú?". Sorprendida, Estrellita vio frente a ella a Luna llena, quien había salido de entre las nubes para acompañarla. "- Soy Estrellita, una estrella curiosa que ha encontrado este casete mágico", respondió titubeante.
Luna llena sonrió con ternura y le explicó: "- Esa melodía es la historia de un amor imposible entre el Sol y la Luna.
Aunque están destinados a estar separados por la eternidad, encuentran consuelo en sus breves encuentros al amanecer y al anochecer". Estrellita comprendió entonces que algunas historias no tienen un final feliz pero eso no les resta belleza. Juntas siguieron escuchando la canción hasta que los últimos acordes se desvanecieron en el aire nocturno.
Con lágrimas brillantes en sus ojos estelares, Estrellita reflexionó sobre lo efímero de algunos momentos especiales pero valiosos en nuestras vidas.
Luna llena abrazó a Estrellita con su luz plateada y le dijo: "- Aunque algunas historias no tengan un final feliz como esperamos, siempre podemos encontrar belleza en ellas si aprendemos a valorar cada instante vivido". Con estas palabras reconfortantes, Luna llena guió a Estrellita de regreso al cielo donde juntas brillaron más fuerte que nunca.
Desde aquel día, cada vez que veían amanecer o anochecer juntas recordaban aquella melodía especial que les enseñó que incluso en las situaciones más difíciles podemos encontrar belleza si aprendemos a apreciar lo fugaz y único de cada momento presente.
Y así fue como Estrellita entendió que no todas las historias tienen finales felices pero todas pueden ser fuente de aprendizaje e inspiración para seguir brillando con luz propia en el universo infinito.
FIN.