El rompecabezas tridimensional



Había una vez en el diminuto pueblo de Villa Rompecabezas, un niño llamado Simón que adoraba inventar cosas.

Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró un anciano muy sabio que le dijo: 'Simón, si quieres sorprender a todos en el concurso de inventos de Villa Rompecabezas, debes crear algo realmente especial y único.' Simón aceptó el desafío y pasó varias semanas pensando y probando diferentes ideas.

Finalmente, se le ocurrió crear un rompecabezas tridimensional que desafiara la mente y la destreza de las personas. Con la ayuda de su abuelo, un carpintero talentoso, Simón confeccionó un rompecabezas intricado con piezas que se entrelazaban en tres dimensiones. Estaba emocionado por presentar su invento en el concurso.

Al llegar el día del evento, un grupo de niños y adultos se congregaron para ver las creaciones. Cuando le llegó el turno a Simón, mostró su rompecabezas tridimensional y explicó cómo funcionaba.

Al principio, la gente dudaba de su invento, pero a medida que Simón armaba el rompecabezas, todos quedaron asombrados por la genialidad del niño. La multitud quedó encantada con la habilidad y la creatividad que Simón había demostrado en su invento.

Al final, el rompecabezas tridimensional de Simón ganó el primer premio, y él se convirtió en un ejemplo a seguir para todos los niños del pueblo, quienes se inspiraron en su valentía y esfuerzo.

Desde entonces, Simón siguió inventando cosas maravillosas, siempre con la convicción de que la creatividad y la persistencia son la clave para lograr cualquier sueño.

FIN.

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