El Roscón de Reyes de María


Había una vez una niña llamada María que vivía en Argentina. Siempre había soñado con viajar a España para conocer la cultura y las tradiciones de ese hermoso país.

Un día, su familia decidió hacer realidad su sueño y organizaron un viaje a España durante las vacaciones de verano. María estaba muy emocionada por conocer nuevos lugares, probar nueva comida y aprender sobre la historia de este país.

Durante el viaje, María visitó muchos lugares hermosos como la Sagrada Familia en Barcelona, el Palacio Real en Madrid y la Alhambra en Granada. También probó deliciosas comidas españolas como paella, tortilla española y churros con chocolate.

Pero lo que más disfrutaba era hablar con los lugareños y aprender sobre sus costumbres y tradiciones. Un día, mientras paseaban por un pequeño pueblo cerca de Sevilla, conocieron a una señora mayor llamada Carmen. Carmen les contó historias sobre su vida en el pueblo y cómo celebraban la Navidad allí.

Hablaron de los villancicos que cantaban juntos alrededor del árbol navideño y cómo preparaban juntos platos típicos como el roscón de reyes.

María se enamoró aún más del país después de escuchar todas esas historias e incluso aprendió algunas palabras nuevas en español gracias a Carmen. Pero llegado el momento tuvieron que regresar a casa. Después de unas semanas volviendo a su rutina normal en Argentina, se acercaba la Navidad.

María extrañaba mucho España pero recordaba todo lo que había aprendido allá sobre las tradiciones navideñas españolas. Un día recibió una carta de Carmen con una foto de ella rodeada de amigos en el pueblo, celebrando la Navidad.

Junto a la carta había una receta para hacer roscón de reyes. María decidió que quería compartir esa tradición española con su familia y amigos en Argentina.

Así que se puso manos a la obra y siguió los pasos del roscón de reyes según la receta enviada por Carmen. El olor a azahar y canela llenó toda la casa mientras María amasaba la masa del roscón. Cuando finalmente lo sacó del horno, era perfecto.

Con cuidado colocó las frutas confitadas encima y espolvoreó azúcar glasé sobre él. La noche de Navidad, María sorprendió a su familia con el roscón de reyes español que había preparado siguiendo la receta enviada por Carmen. Todos estaban encantados con el sabor dulce y aromático del postre típico español.

Mientras compartían el roscón, María les contaba sobre sus aventuras en España y cómo aprendió sobre las tradiciones navideñas allá gracias a Carmen. Todos escuchaban atentamente cada palabra que decía María.

Esa noche, todos juntos cantaron villancicos alrededor del árbol navideño y recordaron lo importante que es compartir nuestras culturas e historias para aprender unos de otros.

Desde ese día en adelante, María siempre recordaría su viaje a España como una experiencia educativa e inspiradora que le enseñó mucho sobre otras culturas y formas de vida diferentes a las suyas propias.

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