El sabio búho y el zorrito perdido



Había una vez un pequeño zorro llamado Zorrito que vivía en el bosque junto a su familia y amigos.

A Zorrito le encantaba correr, saltar y explorar cada rincón del bosque, pero lo que más disfrutaba era jugar al escondite con sus amigos. Un día, mientras jugaban al escondite, Zorrito se perdió en el bosque. Buscó por todas partes, pero no encontraba a nadie ni tampoco sabía cómo volver a casa. Estaba muy asustado y triste.

"¿Hola? ¿Hay alguien ahí?", gritó Zorrito con voz temblorosa. De repente, apareció un búho sabio que vivía en el bosque. "¿Qué te pasa, pequeño amigo?", preguntó el búho preocupado. "Me he perdido y no sé cómo volver a casa.

Tengo miedo", respondió Zorrito con lágrimas en los ojos. El búho sabio le dijo: "No te preocupes, yo te ayudaré. Primero debemos buscar la estrella del norte para saber dónde estamos".

Juntos caminaron por el bosque hasta encontrar la estrella del norte. El búho explicó cómo utilizarla como guía para encontrar su camino de regreso a casa.

Pero cuando intentaron seguir las indicaciones de la estrella del norte, descubrieron que había un gran árbol caído bloqueando su camino. "¡Oh no! ¿Cómo podemos cruzar este árbol caído?", preguntó Zorrito frustrado. El búho sabio pensó durante unos segundos y luego tuvo una idea brillante: "Podemos construir un puente con las ramas del árbol para cruzarlo".

Así fue como Zorrito y el búho sabio trabajaron juntos para construir un puente con las ramas del árbol caído. Fue difícil, pero finalmente lo lograron. "¡Lo hicimos! ¡Construimos un puente!", exclamó Zorrito emocionado.

Finalmente, siguieron las indicaciones de la estrella del norte y llegaron a casa sano y salvo. La familia de Zorrito estaba muy feliz de verlo regresar y sus amigos se alegraron de que hubiera vuelto.

Desde ese día en adelante, Zorrito aprendió que cuando se pierde o enfrenta dificultades, siempre puede buscar ayuda y trabajar junto a otros para superar cualquier obstáculo. También aprendió la importancia de ser valiente, perseverante y no rendirse ante los desafíos.

Y así, Zorrito continuó explorando el bosque con una nueva confianza en sí mismo y en su capacidad para superar cualquier problema que pudiera surgir en su camino.

FIN.

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