El Sabio del Bosque



Un día, el papá de Emi y Juana decidió llevarlas a una aventura en el bosque para recolectar insectos. Las niñas estaban emocionadas y no podían esperar para comenzar su búsqueda.

"¿Papá, qué tipo de insectos podemos encontrar aquí?" preguntó Emi. "¡Muchos! Mariposas, mariquitas, hormigas... ¡incluso pueden encontrar algún escarabajo raro!", respondió el papá con una sonrisa. Las niñas comenzaron su búsqueda y pronto encontraron algunas mariposas hermosas.

Pero mientras seguían buscando, se dieron cuenta de que se habían alejado mucho del camino principal. De repente, un fuerte rugido los asustó. "¡Papá! ¿Qué fue eso?" gritó Juana.

El papá se dio cuenta de que habían llegado al territorio de un oso y rápidamente tomó a las niñas de la mano para alejarse del peligro. Desafortunadamente, se habían perdido en el bosque. "No tengamos miedo", dijo el papá intentando calmarlas. "Trataremos de encontrar nuestro camino juntos".

Caminaron durante horas sin éxito hasta que finalmente llegaron a una pequeña cabaña en medio del bosque. Allí conocieron a un anciano sabio llamado Don Joaquín quien les ofreció ayuda para regresar a casa.

Don Joaquín les enseñó cómo usar las estrellas para orientarse en la noche y cómo construir refugios improvisados con ramas y hojas. Además, compartió con ellos historias sobre los animales del bosque y cómo respetar su hábitat. "No se preocupen", dijo Don Joaquín.

"Encontrarán el camino de regreso a casa si siguen sus instintos y confían en sí mismas".

Después de pasar la noche en la cabaña, el papá y las niñas encontraron su camino de regreso al camino principal gracias a las enseñanzas del sabio anciano. Finalmente llegaron a casa sanos y salvos, pero con una valiosa lección aprendida: siempre hay que estar preparados para cualquier situación y nunca dejar de aprender cosas nuevas.

Y aunque extrañaban mucho a su mamá, estaban felices de haber vivido esta aventura juntos como familia. "¡Gracias papá por llevarnos en esta aventura!", exclamó Emi emocionada. "Sí, ¡fue muy divertido! Aunque creo que preferiría quedarme cerca del camino la próxima vez", agregó Juana riendo.

El papá sonrió satisfecho mientras abrazaba a sus hijas. Estaba feliz de haber compartido esta experiencia con ellas y saber que habían aprendido algo nuevo.

FIN.

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